miércoles, 17 de abril de 2013

The Bet. Capítulo 22.


#86                                                                              #APOV.
Y ahora, el Nerd y Brenda habían comenzado o mas bien formalizado su relación hacía unos días.
Maldita sea.
Miré a la pequeña tortuguita que me miraba desde su pecera.
-¿Qué pasa Trevor?
Siguió caminando por su pecera, hasta que encontró comida. Me ignoró completamente.
Vi el reloj digital que estaba a lado de mi cama y vi que era hora de ir al juego.
No habíamos entrenado mucho que digamos, y tampoco era muy importante, pero teníamos que ganar.

Llegué a los vestidores, en donde había un hervidero de porristas a lado de los jugadores.
Puse los ojos en blanco y comencé a cambiarme sin importarme que estuvieran ellas ahí.
-Oh, Andy... Hace mucho que no te miraba así.
Miré hacia donde estaba ésa voz tan melosa.
-¿Qué quieres Kayla? - dije mientras me ponía los pantalones del uniforme.
Se acercó a mi, moviendo exageradamente sus caderas. Eso ya no me impresionaba, sinceramente. Ahora quería a Brenda. Era extraño, sí, pero la quería y mucho. Y ahora me mataban éstos celos, al saber que estaba con Joe.
-Ow, que rudo. Ahora que estás solito, sin la rara ésa, supongo que quieres consuelo... - dijo mientras tocaba mi pecho desnudo.
Agarré su muñeca y la alejé de mi cuerpo.
-No. No quiero ningún tipo de consuelo de tu parte y ni de nadie, ¿está bien?- ella me miró impresionada, haciendo con su boca una perfecta "O",- Ahora, vete a ser zorra a otra parte.- le dí la espalda y continué cambiándome.
-Eres un estúpido, un gran estúpido. - gritó Kayla
Hubo un coro de "Hu's" en el vestidor.
Volteé hacia donde estaban ellos, ahora completamente cambiado y los miré con rabia.
-En vez de hacer ésas estupideces, salgan al campo, que ya es hora. - miré a las porristas.- Vayan con su fiel seguidora, tienen que ir a animar.
Las porristas salieron enojadas al campo.
Doyle me miró.
-De que andes enojado por que Brenda ya te olvidó, no significa que te tienes que desquitar con nosotros. - bufó.
-Cállate..- dije poniendo los ojos en blanco.
El se rió y me dio unos leves golpecitos en la espalda antes de salir al campo.
El estadio de la escuela estaba lleno.
Los jugadores de la preparatoria Charles P Steinmetz ya estaban es posición, cuando nosotros salimos se oyeron muchos vítores.
Sonreí.
Nos pusimos en nuestra respectiva posición.
Miré al mariscal de campo contrario con rabia, éste chico era rudo.
El entrenador vino con la moneda, que según el, era de la suerte.
-Cara, es de el equipo visitante. Sello, el que recibe. - asentimos. El la tiró y no apartamos la vista de ella hasta que estuvo de nuevo en la mano del entrenador. Sello.
Yo asentí y tomé la pelota.
Al sonó el silbato y comenzó el juego.
Pasé la pelota a Seth y el corrió, Doyle corrió hacia el campo contrario y estiró los brazos.
Le quitaron la pelota a Seth, yo corrí por ella y cuando la tuve se la tiré a Doyle, pero no la atrapó y un chico del equipo contrario la tomó.
Maldije por lo bajo.
Así transcurrió la mitad del juego, mi equipo tomaba la pelota y luego la perdía para después recuperarla y volverla a perder, hasta que por fin estuvo en mis manos.
La pateé y pasó por la end zone.
-¡Field goal! - grité
Eran 3 puntos, algo, era algo.
Era momento del medio tiempo y llevábamos la delantera.
Mientras el equipo se sentaba en la banca, yo tomé mi gatorade y me quedé parado viendo hacia las gradas.
Una chica se reía bastante fuerte, pero era una risa que yo conocía.
Cuando la ubiqué la miré. Era ella.
La miré, y sonreí.
Ella traía un vestido azul, pero no era el mismo que yo le había visto, era uno bonito, corto pero bonito.
Todo hubiera estado bien, si no fuera Joe el que estuviera abrazándola por la cintura, tomándola posesivamente.
Mis entrañas se revolvieron.
Joe me miró y sonrió burlón.
Tomó la cara de Brenda y la besó prácticamente a fuerzas.
Todo mi ser ardía de rabia.
Tiré con coraje la botella de gatorade y subí a las gradas,abriendo la puerta con fuerza.
Tomé a Joe por la espalda y lo golpeé cuando estuvo enfrente de mí.
-¿Que mierda haces?- le grité a Joe. -Si haciendo éso pensabas que me ibas a poner celoso... ¡PUES LO LOGRASTE! Pero a Brenda, no la usas para tus jueguitos. - lo golpeé de nuevo.
El me regresó el golpe, directamente en la quijada, haciendo que me mordiera la lengua y me sangrara.
Brenda se acercó a nosotros, con nerviosismo e intentó separarnos. Nos gritó e inclusó nos golpeó, pero nosotros seguíamos en nuestra pelea.
Varios ya estaban ahí, mirando la pelea, nadie se metía en ella.
Alguien me tomó por atrás y me separó de Joe.
-Oye, hermano, calmado. - dijo Doyle, mientras me sostenía con fuerza.
Joe me miró con rabia.
-Vuelves a tocarme y te mato.- dijo Joe. Luego se acercó a mí lentamente,pareciendo que se iba, cuando de repente me escupió en la cara.
Brenda gruñó y se acercó a Joe. Le dio una cachetada.
-¿Que carajos estás pensando, Joe? - le gritó ella.
Brenda me miró con pena y luego tomó la mano de Joe, para irse de el estadio.
Doyle me soltó y se puso enfrente de mí.
-Te ves como la fregada. - dijo con sinceridad.
-Espero que el entrenador no se haya dado cuenta de esto...- dije.
Doyle se aclaró la garganta y me indicó con la mirada que volteara hacia atrás.
Mierda.
Volteé y el entrenador me miró con frialdad.
-Sígueme. - dijo simplemente.
Hizo lo que me pidió, bajando al campo, traspasándolo y yendo a los vestidores, hasta llegar a su pequeña oficina.
Cuando entré, cerró la puerta y se sentó.
-Me has decepcionado, Andrew.
Bajé la mirada.
-Pudiste haberlo hecho en otra parte, pero no aquí, en medio de un juego. Lo siento Andrew, pero quedas suspendido de mariscal de campo por un mes... Y no podrás venir a los entrenamientos, y no asistirás a los juegos en los próximos 3 juegos.
¿Qué?
-¿QUÉ? ¡Pero si los próximos 3 juegos son muy importantes, no puede hacerme eso!
-No quisiera hacerlo, Andrew. Pero no me dejas otra opción, tu te lo buscaste.
Pasé mis manos por mi cara, en señal de frustración.
-Ahora, por favor, quiero que vayas a tu casa o a otro lugar, pero vete de aquí. - suspiró el entrenador
Asentí y salí.
Fui a los vestidores, me quité la ropa rápidamente y me vestí con mis Jeans, mi camisa blanca y mi camisa a cuadros desabrochada.
Este día era una total y completa mierda.
Llegué a casa y me tiré en el sofá.
A los 5 minutos entró una llamada a mi celular.
Lo miré y estaba la foto de una Brenda muy sonriente.
Valía la pena poner pausa a mi agonía para hablar con ella. Probablemente me gritaría por haber golpeado a su querido Romeo.
Contesté de inmediato.
-¿Hola?
-Andrew, que bueno que contestas.- dijo con tono preocupado
-Sí, ¿qué pasa?
-Te busqué por todo el campo, pero me dijeron que te habías ido... ¿pasó algo?
-Bueno sí... Pero no tiene importancia.
Ella suspiró.
-Bueno, al grano... ¿Podemos vernos en una parte?
Sonreí.
-Claro, ¿dónde?
-En Starbucks, que está cerca de la escuela.
-Ok, nos vemos ahí en quince, ¿sí?
-Es que.. ya estoy aquí. - suspiró.
-Oh, claro, claro. Voy para allá, entonces.
Tomé mi chaqueta y salí de casa, intentando imaginar lo que hablaríamos...

-Lizz.

1 comentario:

  1. Ohhh, que mono! xD
    Pon el siguiente ya !!!!! porfiiiiiiiiiiiiii :3
    BESOS

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