jueves, 29 de agosto de 2013

Reseña: Cuatro Almas, Eden Maguire.

Reseña: Cuatro Almas, Eden Maguire.
Libro uno: Jonas.

Jonas, Summer, Arizona y Pheonix, no están ni vivos ni muertos. Si no esperando en algún lugar intermedio. Darina intentará entender que sucede con sus amigos, y sobre todo, ayudarlos a descansar en paz.
















Darina es una muchacha que usa demasiado delineador y usa el cabello muy cortito porque no quiere parecerse un ápice a su madre. Pero tiene una vida decente. Y entonces el novio de Darina, Pheonix... se muere. Sólo que no es así, como dice la sinopsis, está en un lugar intermedio, esperando por descubrir qué pasó la noche de su muerte.

¡Cha-cha-chán! Yo había visto este libro hace tiempo por internet y pensé que nunca jamás en la eternidad iba a ser publicado en México, así que ni siquiera le eché una segunda ojeada al libro. Nunca. ¡Sorpresa! Si estaba en México, sin embargo no fui yo quién lo compró, fue una amiga (La misma que me prestó Frío, El Viaje, La caída,  y los de Hex Hall), pero aún cuando me lo prestó no tenía muchas expectativas.
 Y se supone que este es el momento cuando te digo que me gustó, que me encantó, que es el mejor libro del mundo... Pero la cosa no va así del todo.
Portada Original.
 No te voy a decir que odié este libro, porque no es así. Me gustó, pero sólo eso: Me gustó. No creo que recuerde este libro en mucho tiempo, honestamente.
  No tengo ningún problema con la historia, ni con los personajes. Aunque sí, tengo una pega para ponerle: Darina tiene dos meses con su novio, y cuando éste se muere está prácticamente ahí tirada en el suelo cortándose las venas.
 Y su mejor amigo Perpetuamente rechazado, por supuesto  se lo dice. Pero no, Darina tiene que levantar su cabecita y andar por ahí con cara de "Déjame con mi dolor". Todo el libro.
 Y entonces descubre que Pheonix está vivo o algo así  junto con los otros chicos que también deberían estar muertos. Darina tiene que ayudarlos a descubrir los Cómos y los Porqués, antes de que sea demasiado tarde.
 Y nada. Que Darina es muy normalita, que Pheonix es un romántico chapado a la antigua, que todo se desarrolla normal y que las páginas que me pusieron emocionada fueron las últimas treinta. Este libro no es como que te sorprenda, pero sí me sorprendió en una ocasión en que pasó esa cosa que no voy a mencionar porque sería poner un claro Spoiler. 
 Así que este libro no lo recomiendo pero no lo tacho de malo, porque no lo es. Y si quieres leerlo, entonces está bien, a lo mejor hay chance de que te guste :)

Saludos.
Sthep S.

martes, 27 de agosto de 2013

Off Topic-algún-número: Cosas que están pasando

No planeaba hacerlo Off Topic, pero no quería dejarlo sin imagen, así que...


                                                                         1


                                                     
                                                               


La señorita Fitzpatrick, conocida también por sus libros de la saga (ex-trilogía, porque ahora eso anda mucho de moda) Hush Hush, tiene un nuevo libro que va a salir en una semana, llamado Eternity.
¿El siguiente de la saga? Espero que no. Aún no leo Finale.


                                                                         







                                                                                  2 y 3


                                                                                           

Mi querida señorita Armentrout escribió Origen, que vendría siendo el cuarto libro de la saga Luxen... que hoy sale. Muero de emoción *_*

Además... (Esto salió hace un tiempo pero me dio flojera colgarlo en el blog)

   ¡Se vendieron los derechos para hacer una película de Obsidian!
  

                 

                                                           

            ¡Chicos, hay que morir de la emoción juntos! Firhfisdjfursaafgaf!


Es todo, por ahora :)

-Sthep-

Fade. Capítulo 15.

People
Fade. Capítulo 15.

La libreta. Página 15: "A veces es difícil recordar que no eres el único que tiene sentimientos"


Lo he perdido. La confianza que Alex me había dado, las risas que compartimos, el beso, lo he perdido, ahora que él va a saber. Ahora  que voy a dejar que las palabras salgan de mi boca.
Pero antes, tengo que intentar. Tengo que luchar.
--AlexSuplico, esperando que me de una oportunidad de explicar.
De explicar… ¿Qué? ¿Qué cosa? Tiene todo el derecho. Lo usé.
Lo merezco.
Él aprieta los puños. Su rostro es una mezcla perfecta de confusión y enojo.
--¿Qué está pasando aquí?Exige.
Miro una vez más a Graham, quién me mira cansado.
--Tiene que saberDiceLos dejaré solos para que hablen.
No da ni dos pasos cuando Alex lo detiene.
--¡No, tú no te vas! ¡Los dos van a explicarme qué pasa! ¿Qué debo saber? ¿Por qué la llamaste Cassidy? ¿Alguien quiere matarte? ¿A las demás? ¿Qué…?
Es como ver a un niño sin su mamá, perdido, llorando, barreando. Mi impulso es alzar la mano y ponerla en su mejilla, pero no puedo.
Es tarde.
--Alex, yo… No sé dónde puedo empezar.
Él entorna sus ojos hacia mí.
--¿Te refieres a que hay demasiado?
Yo y Graham intercambian una mirada. Es la respuesta de Alex.
--DemoniosGruñe, retrocediendo unos pasos y dándonos la espalda, comenzando a caminar en círculos.
Suspiro.
--Creo que debería empezar por decirte quién soy yo.
Él se detiene un poco y me mira.
--¿A qué te refieres?
--Mi nombre, Alex. Mi nombre es Cassidy Blake.
Él frena en seco y se me queda mirando.
--¿Qué coños estás diciendo?
Miro el suelo, tomando aire y valor para continuar hablando.
--Es verdadInterviene Graham.
Alex repite su pregunta-reclamo.
--Sé que tú conociste a alguien quién dijo ser Cassidy BlakeContinúoPero no lo era.
Hago una pausa para ver su cara en shock y vuelvo a tomar aire. Graham toma mi mano en señal de apoyo.
--Su nombre era Isabel Blake. Es sólo que tú no sabías.
La vista de Alex viaja de mí rostro hasta las manos de Graham y mías juntas. Puedo ver las ruedas girando en su cabeza.
--¿Estás diciendo que era tu hermana?
--Mi hermana mayorAsientoEs por eso que llegué aquí.
Después de esto, él ya no me mira a mí. Mira a Graham y una mueca de dolor desgarra su rostro, haciendo que mi corazón se lamente.
--¿Te acuestas con la hermana de tu novia, cerdo imbécil?
Me sorprendo de simplemente tantas maneras. Suelto mi mano y empiezo a negar con la cabeza, dando pasos hacia él, pero no sirven, porque él retrocede.
--No, no, Alex…
No me quiere escuchar.
--Tú sabes que yo no haría esoGruñe GrahamTú sabes que yo la quería.
--Bueno, pensé que nosotros éramos amigos, pero ninguna de esas dos cosas eran verdad.
--Alex…--Intenta razonar con él.
--¡No! ¡Tú le hiciste algo! ¡Tú, imbécil…!
Alex se va contra Graham, pero él ya lo esperaba y lo esquiva. Lo toma por los hombros y lo empuja hacia la pared.
--¿Quieres saber la verdad, Alex? ¡Entonces escúchanos! ¡Su nombre era Isabel, y yo la amaba! ¡Yo la amaba y nunca le hubiera hecho nada! ¡Tú y yo éramos amigos, pero decidiste culparme a mí y no me diste oportunidad! Esta es la verdad sobre lo que sucedió con Isabel: Fue su decisión.
Graham quita sus manos de él y Alex se tambalea.
--No, no. Ella nunca haría algo así.
--Es lo que yo penséIntervengoPero era cierto. Alex, lo siento, pero ella no es la persona que creíamos conocer.
Él me mira y puedo ver la rabia cruzando por su rostro.
--Estás mintiendo. En todo. Ella nunca me dijo que tenía una hermana. ¡Yo la conocía!
--No la conocías tan bienEscupe Graham con desprecio, alejándose de él y viniendo en mi direcciónElla me lo contó todo. Cassidy no miente.
--¡Era mi mejor amiga!
--¡Era mi novia!
Tengo el impulso de gritar “¡Era mi hermana!”, pero eso estaría muy fuera de la foto.
--Chicos, dejen de discutir. Alex, ella… Ella te mintió. O no te dijo toda la verdad, lo siento.
--¿Por qué tendría que creerte? Has mentido en todo. ¿Por qué debería confiar en ti?
--Alex…
--¿Sabes qué? Tal vez tienes razón. Todo tiene sentido. A pesar de que no se parecen físicamente, ahora lo puedo ver mejor: ¡Las dos son unas mentirosas!
   Y duele.
¿No sería mejor que me hubiera aventado frente a un camión para que me matase?
--Bastardo…--Oigo decrlir a Graham, dando un paso hacia él para volver a aventarlo contra la pared, pero pongo una mano en su pecho.
Muy bien. Ya tuve suficiente.
--Si no te gusta lo que oyes, Alex, puedes marcharte. No volveremos a hablar sobre ello, no te preocupes.
Gruñe un poco más y camina en círculos más rápido.
--¿Cómo pudiste hacerme esto?Me pregunta, deteniéndose bruscamente frente a míPensé que te gustaba. Pensé que eras mi amiga.
--Y lo hago, Alex…
--¿Cómo no me dijiste que eras su hermana? ¿Por qué ella no me lo dijo?
--No te lo dije porque pensé… Yo hablé con las chicas, Alex, y ellas me convencieron de que tú eras el responsable de lo que le pasó a Isabel.
Frunce las cejas.
--¡Eso es estúpido!
--¡Lo siento, lo creí en ese entonces, no te conocía!
Entonces se detiene en seco y mira el suelo fijamente. Luego me mira a mí, como si hubiera descubierto la cosa más horrible en el mundo.
--Tú me usaste. Cuando me conociste, tú sí que querías algo de mí. Tú me usaste.
Las palabras resuenan en el lugar y queman en la parte trasera de mi mente.
¿Qué he hecho?
Quiero responderle, negarlo todo. Y no puedo. Y sé que él puede verlo. Sé que él sabe que es verdad.
Es todo verdad, es todo verdad.
Lo siento tanto.
  Sus ojos muestran el daño que he hecho y yo quiero morir. Me da la espalda y quiero avanzar hacia él y rodearlo con mis brazos. Quiero gritarle que lo siento. Quiero intentar persuadirlo que me perdone.
 Pero no tiene caso. Este es el final del camino. Aquí es el segundo exacto en dónde yo me tropiezo con el muro que las mentiras que he escupido han construido todo este tiempo, impidiéndome seguir el camino.
Todas ellas, cada minúscula mentira que alguna vez dije me caza y me castiga con su frío y vacío silencio. Se burlan de mí, me sonríen con sus afilados dientes, me sostienen en sus crueles manos. Me susurran en el oído que ha sido mi culpa, me susurran que este es el precio. Me llenan. Ellas son todo lo que soy.
Son todo lo que poseo.
--Lo sientoSusurro. Lamento. Lloro.
 Sus hombros se mueven hacia arriba y abajo. Miro a Graham, que mira al suelo, intentando darnos un poco de privacidad.
--¿Qué más hiciste?Pregunta después de unos momentos, volteándose, pero evitando el contacto visual conmigo.
Me odia.
Me obligo a tragar saliva.
--Yo… Descubrí que no eras tú el responsable por medio de Graham. Me dijo que tú nunca estuviste con ella. Fue él. Lo hubieras visto, estaba arrojándole madera todo el tiempo.
Intento sonreír un poco, pero él no cede. Miro a Graham, con los brazos cruzados sobre su pecho, y me da una sonrisa de apoyo.
--Así que te dejé fuera de la ecuaciónContinúeSeguí investigando por mi cuenta y averigüé… cosas… Alex, ¿Sabes si Isabel se drogaba?
Me mira finalmente, y sus ojos muestran un frío que me congela.
--No. Ella no lo hacíaResponde.
Miro a Graham.
--¿Desde cuándo sabes esto?Pregunta Alex a él.
--¿Quieres decir lo de Cassidy o lo de Isabel?
--¿A qué te…? Espera. ¿Tú sabía sobre… ella? ¿Isabel? ¿Sabías sobre quién era ella?
--Claro que lo sabía. Era mi novia.
Él nos mira a los dos, de uno a uno y siento que está imaginando cómo sería masacrarnos a los dos.
--Tú sabías su nombre real.
--Contesta Graham tranquilamente, como si no quisiera la cosa.
--Y que tenía una hermana.
--Sí.
--Y no me dijiste nada.
--Exacto.
--Eres un bastardoDice con el mismo tono despreocupado de Graham, pero con una firmeza en su voz.
Graham asiente.
--Ya me lo habías dicho.
Alex me mira.
--Entonces, ¿Estuviste saliendo con él mientras salías conmigo? ¿Es esa otra de tus mentiras?
--Te hemos dicho que no.
--Oh, bueno. Ya es ganancia, ¿No es cierto?
Sus palabras me queman. Me asfixian.
Intento ignorarlas.
Graham gruñe algo pero le envío una mirada que dice “Cállate” expresamente.
--Descubrí cosasDigo, intentando no ahogarme con mis propias palabrasFui a ver a la señora Roussemount…
Me interrumpe:
--¿Quién?
--… Supongo que Isabel no te contó del accidente.
--¿Qué accidente?
Graham y yo le explicamos la historia, desde el principio, narrado por mí, y el final, narrado por Graham.
Y al final de aquella historia, Alex pasa una mano por su cara y se sienta en la enorme mecedora en dónde pasó desapercibido.
--Qué mierda tan más grande.
--Vine aquí para saber lo que pasó. Pero sólo encontré pistas… Mentira; Sólo encontré dudas. Es curioso que encontré pistas en donde yo vivía. En casa. Encontré unas pastillas que no eran de nadie. Unas pastillas que aunque eran familiares para mí, son diferentes. Tienen un olor especial, pero conservan la misma imagen que las demás pastillas: Redondas y blancasSuspiro--Poco después fui a la casa de Vivian… O bien, de la señora Roussemount. Encontré ahí las mismas pastillas. Es por eso si te pregunté si ella se drogaba.
--No. ¿Pero por qué es tan importante? Si se drogaba o no, ella no está aquí ahora. Ya no importa.
Graham habla por mí:
--Pensamos que tal vez ella pudo entablar de nuevo su relación con Vivian. Si ellas tenían las mismas raras pastillas…
Él bufa.
--¿Cómo saben que no es una droga común? ¿Cómo saben que ellas pudieron consumir por separado? ¿Por qué es tan importante si ellas dos volvieron a ser amigas?
--Porque Isabel no haría esoDigo, un poco enojadaElla no tenía relaciones con personas, no tendría relaciones con Vivian de nuevo. No, porque Vivian le recordaba tanto a Cam. No creo que Isabel haya consumido, por lo que me dices. La señora Roussemount está convencida de que ese no era el problema de su hija, y le creo. TomaAlcanzo mi collar y lo abro para sacar la pastilla redonda y olorosa. Camino hacia él y se la pongo en la manoHuélela.
Él lo hace y frunce el ceño.
--Nunca me la mostraste a míMe reprocha Graham.
--Porque tú confiaste en mí.
Alex me mira por un momento y creo que va a decirme algo, pero en vez de eso mira hacia la pastilla de nuevo.
--Tienes razón. Pero no encuentro el daño en que ellas volvieran a juntarse.
--Si ellas volvieron juntas, y no era por las drogas, entonces debe de haber una razón. Una razón grandeEstiro mi mano para tomar para pastilla de vueltaCreo que las pastillas no son la razón, porque según las personas que la conocían, ellas estaban bien. Creo que es algo que consiguieron en el camino, estando juntas… ¿Sabes que Vivian fue asesinada?
--¿Y?
--Asesinada. Diferente a muerta. Tal vez… Tal vez la asesinaron por algo en lo que ellas dos se metieron juntasSuspiroEs que algo hicieron. Si se reunieron de nuevo, es porque había algo. Algo hicieron.
--Tú no lo sabesGruñe Alex.
--Es todo lo que tengo. Voy a aferrarme a ello.
Alex exhala fuerte.
--Bien. ¿Algo más, señorita ganadora del Oscar?
Graham y Alex se pelean un rato más por esa línea hasta que yo los detengo de nuevo.
--De hecho síY me giro hacia GrahamTú tenías razón.
--¿A qué te refieres?
--Que no era un accidente. Que los osos no se la comieron.
Graham parece entender y cierra la boca, viéndome fijamente.
--¿Qué?Grita Alex--¿De qué están hablando?
Lo miro.
--¿Isabel? ¿El accidente en el que iba con las chicas? No fue un accidente.
Alex me grita de qué estoy hablando, Graham se queda blanco.
--Prefería cuando me decías que no era cierto, que yo sólo era un lunático.
Alex se levanta de la silla.
--Espera, ya. ¿Es de lo que estabas hablando esta mañana?
Asiento al mismo tiempo que Graham me pregunta otra cosa:
--¿Cómo sabes eso?
--Kate. Ella me dijo que las chicas revisaron el auto tiempo después de salir del hospital y que los frenos estaban cortados. No fue un accidente.
Ellos se miran entre ellos después de mirarme a mí.
--Entonces… Chicos, creo…--Hago una pausaO ella en verdad se metió en algo con Vivian, o fue por las chicas. Kate, An y Marina. Ustedes saben que siempre hubo algo mal en ellas. No pueden rechazar esta posibilidad.
Se miran entre ellos de nuevo. Casi parecen unas caricaturas.
--¿Crees que alguien la mató?—Susurra AlexComo, ¿A propósito?
Duh.
--Sí.
--¿Por qué alguien haría eso?
--No lo sé. ¿Por qué alguien mataría a Serena?
Una chispa se enciende en los ojos de Alex.
--Hace más sentidoIntento razonar con ellosCreo que hay alguien que quiere que ellas tres se queden solas. Por eso han estado cazando. Creo que por eso las mataron.
  Si no lo es, si asesinaron a Isabel por algo en lo que Vivian estaba involucrada y no por las chicas, entonces no tengo explicación porqué Serena está muerta, no tengo explicación porqué alguien estaba intentando quitar el aire de mis pulmones.
Y creo que prefiero esta opción. Y aunque la de Vivian es igual de válida, prefiero en la sé por qué me quieren matar.
No quiero depender del aire mágico de nuevo.
Secretos, secretos. Preguntas, en todas partes. Me hago la pregunta que me he hecho muchas veces:
¿Qué has hecho, Isabel?
Una vez más, no obtengo respuestas.
--¿Cómo estás tan segura de que por ellas las mataron?
--Porque ellas dos eran sus amigas, y murieron. ¿En verdad te creíste que Serena se había suicidado? ¿Qué a Isabel se la comieron los osos? Pff… Tal vez el responsable tomó el cuerpo de Isabel. ¿Qué pasó con el de Serena?
  Me arrepiento inmediatamente cuando veo la expresión de ambos.
--Oh, maldición. Chicos, lo siento. No era mi intención, yo…
Me quedo en silencio.
Dejamos que se expanda.
--Deberías contarleGraham rompe el silencio.
--¿Qué cosa?
--Lo de que alguien quiere matarte.
--¿Qué?Alex explote de nuevo.
--Ah, sí. Alguien quiere matarme.
Alex repite la pregunta- exclamación.
--Intentaron ahogarme en la piscina de la escuela. Y el incendio. No era un accidente. O al menos eso creo, porque me fui y unos minutos después, llamas. En mi habitaciónMe giro hacia AlexTu tía cree que yo lo causé y que me marché para no resultar dañada por el fuego. Pero yo nunca lo hice. Así que creo que la opción de las chicas es más válida que la de Vivian, porque si no, no me explicaría porque alguien quiere matarme…
  Ambos están pálidos.
--¿Es todo?Pregunta Alex.
--Creo que sí.
--Bien. Me marcho. No puedo con más. Me marcho.
Él se levanta y sale sin mirar atrás.
--¿Crees que va a querer saber de nosotros?Le pregunto a Graham.
No me contesta. Se sienta en la mecedora y pone su cabeza en sus manos.




                                                                     





La directora me asignó a una habitación en el piso de maestros desocupada. Tash y Cora se fueron con una chica llamada Jo que no tiene compañeras de habitación, porque A Había sido expulsada y B había cambiado de escuela. Cora no sonaba contenta con el cambio cuando me dijo hace unos minutos, cuando me crucé con ellas en el pasillo mientras yo llevaba las cosas que lograron salvar al piso de maestros y ellas dos se iban con la chica Jo.
 Pero al menos ellas no corrían el riesgo de salir y ver a la profesora de Química en bata y tubos en la cabeza en el pasillo.
Las habitaciones de los maestros no son muy diferentes de lo de los alumnos (La diferencia es una sola cama, un armario que no tengo que compartir con nadie y un escritorio de madera)  pero me siento como si estuviera en la casa de terror. Tal vez tiene que ver porque Terrance pudo ponerme aquí para mantener un ojo en mí mientras buscan pruebas para descubrir quién fue el responsable del incendio.
  La puerta suena y me levanto intentando poner mi mejor expresión de inocente para Cassandra Terrance.
Excepto que no es ella.
Es alguien familiarizado. Alguien a quién totalmente no esperé ver otra vez.
No ahora.
   Antes de que pueda decir algo, Alex me interrumpe diciendo:
--Estoy tan enojado contigo. Tan enojado. Quisiera gritarte y odiarte, pero estoy preocupado. No quiero que nada te pase.
  Me quedo unos segundos ahí parada, mirando su rostro.
--Estoy bien.
Pude haber dicho millones de cosas inteligentes, pero eso fue lo único que pudo salir de mi boca.
--¿Puedo pasar?
Tardo un segundo, pero al final me aparto para dejarle entrar. Se sienta en la silla del escritorio de madera oscura. Me mira fijamente, como si estuviera pensando en qué decirme a continuación.
--Estoy tan furiosoRepite.
--Lo merezco.
--Sí, lo haces.
Ya sé eso, pero… Auch. ¿Sabes? Auch.
--Pero no he dejado de pensar en que alguien quiere matarteContinúaY no quiero estar lejos de ti.
--…Gracias.
--No. No. No es bueno. Eso no significa que no sigo enojado contigo. Me mentiste.
--Lo sé. Lo siento.
--Me mentiste y no puedes arreglarlo con un lo siento.
--¿Qué quieres que haga para arreglarlo?
--No puedes.
Nos quedamos ahí dejamos que el silencio se extienda por unos minutos.
--Nunca fue mi intención herirte.
No me contesta.
--Graham me dijo que la razón por la cual Isabel se pintó el pelo y cambió nuestros nombres es porque fingir ser otra persona era más fácil. No lo comprendí del todo esa vez. Hasta ahora. Te mentí para no hacerme daño a mí, no para hacerte daño a ti. Te dije que mi hermana se llamaba Jamie, que era el nombre que ella siempre usaba en las cuentas de internet. Te dije que estudiaba en Princeton, que quería ser escritora. Es lo que hubiera pasado si ella… No fueron del todo mentiras… Era lo que yo quería creer. Pensé que no habría daño. Lo siento.
  Silencio.
--Me doy cuenta de que no conozco a Cass… A IsabelSe corrigeNo sé quién es. ¿Qué tal si me dices acerca de la persona que tú conociste?
 Sonrío y me siento en la cama y le cuento.
Hablo por mucho tiempo, de todo tipo de cosas. Le cuento que ella solía comerse mis pasteles en mis cumpleaños, que conoció a sus mejores amigas en un campamento de verano, le cuento cómo odiaba tener un ojo diferente al otro ya que todas las personas la miraban como si fuera la cosa más rara del mundo, y que cuando tenía unos doce años se consiguió unos lentes de contacto que ocultaban el color verdoso de uno de sus ojos, pero que a veces no se los ponía porque le molestaban y se limitaba a tener gafas de sol todo el día para evitar a las personas. Hablo de cuan inteligente era. Primer lugar en cada materia en cada año. Tomaba clases avanzadas en las cuales también era la primera todo el tiempo. Hablo acerca de cómo sus maestros les decían a mis padres que ella iba a lograr mucho en la vida. Le cuento también que a pesar de todo eso, ella quería ser escritora. Describo las noches en las que yo me despertaba a tomar agua y la encontraba sentada en su computadora, moviendo los dedos sobre las teclas como si las palabras fueran dictadas frenéticamente, como si ella supiera exactamente qué poner. Le digo que las palabras la llamaban y ella no podía resistirse una vez que escuchaba lo que querían decirle. Ella escribía en lo que sea, en donde sea. Se perdía en las letras. Las amaba. La llenaban.
Era todo lo que ella alguna vez quiso ser.
--¿Y tú?Me pregunta--¿Qué es lo que tú quieres ser?
Esta es la pregunta.
Ha habido muchas personas que me lo han preguntado. Y no sé qué contestarles. Porque, al contrario de Isabel, yo no tengo nada en lo que soy especialmente buena. No hay nada que me llene. Nada que ame hacer. No hay palabras en el aire que pueda tomar y transformar como lo hacía Isabel.
--No sé. No lo sé. ¿Qué hay de ti?
--Médico.
--¿Por qué?
--Hay algo especial en ello. Es lo que quiero. Es lo que me mueve.
Siento envidia de personas como ellos. Personas que saben a dónde ir, personas que nunca están vacíos.
Sonrío un poco y nos quedamos en un cómodo silencio hasta que él lo rompe, cambiando de tema:
--Ya no quiero secretos… Cassidy. No quiero que me ocultes nada sobre estas cosas.
Suspiro.
--Supongo que querrías saber que iré a visitar a la señora Rossemount de nuevo. Ella se siente tan sola.
Inclina la cabeza a un lado, confuso.
--Bueno. ¿Y qué tiene que ver que tengas que visitar a la señora Roussemount con esto? ¿Vas a buscar más pastillas?
Niego.
--Se me olvidó decirte algo. Humm… Cuando fui, tiempo atrás… Como que no es la primera vez que intentan matarme. O bueno, la segunda, contando lo de la piscina y el incendio.
  Se pone pálido.
--¿A qué te refieres?
--En ese entonces no sabía qué con la bala. Si era para mí o para la señora Roussemount. Creo que era para mí.
--¿Te dispararon?Grita.
--¡Shhh! ¡Baja el sonido! Sí, pero no me dieron. Y no me pasó nada, solo una cortada por un vidrio.
--¿En dónde?
--En el brazo. ¿Qué…?Ni si quiera termino mi pregunta. Él alza mis dos brazos y encuentra la herida, una fina línea rosa. Roza sus dedos sobre ella, y me hace estremecerme.
--La limpiaron bienSuspira con alivio, como si no lo pudiera creerVas a estar bien.

--Sí, es lo que he dicho. Estoy bien.
Deja mi mano y me mira serio. Me apunta con un dedo.
--Tú no vuelves a esa casa de nuevo.
--¿Disculpa?
--Me oíste.
--Pero…
--Pero nada. ¿Y si ese tipo sigue ahí? ¿Si está esperando?
--No lo creo. Ya fui una vez más y nadie me recibió con una bala.
El color se va de su cara de nuevo.
--¿Qué? ¿Fuiste de nuevo…? ¿Fuiste…? ¿Le dijiste a Graham?
--Uhh… No. Se me olvidó. Dios. Se va a enojar tanto.
--Me pregunto por quéDice sarcástico.
Continuamos ahí, peleando por quién tiene razón, por si voy o no. Al final él me arrastra con Graham y me hace decirle que fui una vez más con la señora Roussemount. Es más o menos la reacción que tenía Alex la que aparece en su rostro. Primero se pone blanco y luego rojo y entonces se pone a decirme que fui imprudente y que eso fue estúpido y que no puede creer que me haya guardado eso para mí cuando se suponía que éramos un equipo.
--Así que así están las cosas ahoraDice Alex, cruzándose de brazosNo puedes dejarnos de lado. Tienes que contarnos.
--¡Pero lo único que van a hacer es impedírmelo!
--¡Bueno, sí, pero porque nos preocupamos por ti!Responde Graham.
Doy pasos hacia atrás y hacia adelante y termino caminando en círculos como Alex lo hacía.
--Pero no me va a pasar nadaIntento.
Pero no son flexibles. Están ahí parados con los brazos cruzados y rostros serios.
--Oh, vamos, chicos.
--Cassidy, puedes morirIntenta razonar conmigo Graham.
--Cosa que no vamos a permitirAgrega Alex.
Y Graham termina:
--Así que acostúmbrate.
Me siento en la mecedora enorme y suspiro.
--Pero en verdad quiero ir a verla.
Ellos se miran.
--Si vamos contigo…--Sugiere Alex.
--¡No! ¡Esto es entre ella y yo!
--Entonces no vasGraham se encoge de hombrosDecidido.
--Ustedes son… Tan… Tan…
Ellos levantan las cejas, esperando.
--Olvídenlo. Me voy a dormir. Buenas noches.
Me doy la vuelta y camino furiosa hacia mi habitación.
--Es como un gatito enfadadoLes oigo decir a uno de ellos.
Malditos.


--Sthep Stronger.

sábado, 24 de agosto de 2013

Un Premio (11)

( Como el premio no tenía foto, le hice una. Tenía hambre)


Este premio no los dio Ghiomara, del blog Mi Obsesión Por Los Libros Y Algo Más
Ya saben las reglas: Nominar a 11 blogs, contestar las 11 preguntas, hacer las once preguntas y avisar a los nominados.

Preguntas:
1-¿De qué libro no has parado de hablar?
Sthep: Si Decido Quedarme y Lo Que Fue de Ella. No puedo.
Lizzie: Divergente e Insurgente, enserio, creo que ya enfadé a todo el mundo de lo mucho que hablo de ellos.
2-¿Qué libro llevado al cine te ha causado más expectación-lo has esperado con más ansias-?
Sthep: Esperé Los Juegos del Hambre y casi me da un infarto en cuanto entré a la sala de cine :p
Lizzie: Hasta ahora, las últimas 2 de Twilight, se podría decir que las espere por 4 o 5 años xD
3-¿Algun libro te atrapó tanto que dejaste de ir a un evento con tal de seguir leyendo, si sí, cual libro fue y que evento te saltaste?
Sthep: No, mi mamá no me deja no asistir a alguna parte por estar leyendo. Me regaña.
Lizzie: No, al igual que Sthep, mi madre me regaña :(
4-¿Has envidiado la mascota de algún personaje de libros?
Sthep: Sí! Dave, el perro de Rosalie, en Romeo, Romeo. Un amor con patas.
Lizzie: Que yo recuerde, no.
5-¿Algún libro te ha hecho reír? ¿Cuál?
Sthep: Muchos. Pero los que más recuerdo ahora son los de Susan Elizabeth Phillips.
Lizzie: Muchos, que yo me acuerde. Pero no se me viene ninguno a la mente.
6-¿Qué libro me recomendarías y porqué?
Sthep: Si Decido Quedarme. Porque es hermoso. ¡Tú ve a leerlo!
Lizzie: Divergente, ajá, porque es una guapura(? de libro, si no lo haz leído, tienes que hacerlo. Ah ah, y Bajo la misma estrella, es preeeeecioso.
7-¿Tienes algún libro del que te enorgulleces de haber leído?
Sthep: Si Decido Quedarme. Te dije, no puedo dejar de hablar de él.
Lizzie: Nope, yo creo que me enorgullezco de cada libro que leo, así que..
8-¿Tienes un libro que te avergüence haber leído?
Sthep: No en verdad.
Lizzie: Creo que 50 sombras... Umm.
9-¿Por cual personaje te cambiarías sin pensarlo, para él vivir tu vida y tú la de él?
Sthep: Por Kathy Swartz (¿Swartz?) de Obsidian. Para que ella pueda hacer mis tareas de mates por mí y yo beso a mi novio Deamon.
Lizzie: Katniss Everdeen.. Nah, es broma, ni loca.
10-¿Qué superheroe te gusta más?
Sthep: Iron man! Es un imbécil xD
Lizzie: Mi súper novio (entienden, súper de superhéroe) Thor.
11-¿Con cuál personaje de la literatura te sientes identificado?
Sthep: Kathy (Pregunta 9). Blogger y todo eso.
Lizzie:Cada personaje que he leído tiene pequeñas cosas con las que me siento identificada, pero no hay algún personaje con el cual me sienta totalmente identificada.

Preguntas (Para ustedes)

1-Cosas que odias que las personas hagan.
2-Canción que acabas de descubrir y no dejas de escuchar.
3-Artista a la que has escuchado mucho últimamente.
4-¿Té, café o chocolate?
5-Estación favorita del año.
6-Personajes a los que quieres golpear.
7-Libro que quisieras no haber leído.
8-Pon 11 cosas sobre tí, ya que no había en las reglas del premio. (A lo mejor a mí se me pasaron)
9-¿Alguna vez has llevado un libro a la playa y lo has leído ahí?
10-5 cosas que quieres hacer antes de morir.
11-Una adaptación de libro a película que esperes con ansias.

Nominados:
The Last Kiss
Love At First Chapter
Un Oasis de Historias
Bed Time Stories
Falling Dreams
Mi Sueños Imposibles

jueves, 22 de agosto de 2013

Mini Reseñas: Teme y Wish You Were Dead

Teme
Reseña: Teme, Lisa Mcmann.
#2
Para Janie y Cabel, la realidad está resultando más dura que los sueños. Buscan un poco de tiempo para estar a solas, prto no hay suerte.
   En Fieldridge High están ocurriendo cosas extrañas, pero nadie habla de ello. Cuando Janie intercepta una de las violentas pesadillas de una compañera y descubre lo que sucede en el instituto, el caso finalmente se abre. Es hora de desenmascarar a los culpables.
  Janie se entera de la verdad sobre su habilidad y también de su debilidad. A decir verdad, su gran debilidad. Su destino como receptora de sueños parecer estar sellado, y lo que va a contecer resultará mucho más peligroso y siniestro que lo que ella jamás había imaginado.









No me gustó mucho el primer libro, pero cómo encontré éste libro baratísimo, lo compré. Y me alegro de haberlo hecho, porque me ha gustado mucho, mucho.

Fade (Dream Catcher, #2)

En el primer libro, había cosas que no me habían gustado. La cosa comenzó en el estilo de escritura de McMann; Era seco y... seco. No sé, sentí que había más puntos que comas. Me frenaba un poco. Pero pude acostumbrarme al primer libro, así como lo hice con rapidez en el segundo.
  La historia, el tema, fue lo que me interesó desde el principio, y es lo fuerte de ésta serie, porque se puede dudar mucho de la escritura tanto como de los personajes. Pero creo que en este segundo libro los personajes mejoran mucho, o llegamos a ver más sobre ellos de lo que pudimos ver en la primera parte de la trilogía. En Teme llegué a sentir la simpatía que no sentía por Janie en el primer libro, y me enamoré de Cabel como no lo había hecho en libro anterior.
  Me encanta su relación juntos, creo que son muy tiernos.
Y, aunque no soy una persona que lee mucho de acción, que prefiere el drama o tal, me gustó mucho las misiones que ella estaba haciendo. Fue entretenido, me tenía enganchada, cosa que en el primer libro no pasó.
Teme (Cazadora de Sueños, #2)
Portada española,
me parece.
Creo que la cosa con el primer libro es que era más... introductorio. En Teme pasan cosas, te enteras de cosas, sientes cosas.
  Me ha gustado mucho, y estoy ansiosa por comprarme el tercer y último libro de la trilogía, Huye.










                                                                                                                                    



Wish You Were Dead (Thrillogy, #1)
Reseña: Wish You Were Dead,
Todd Stasser.
Primer libro de una trilogía.

¿Cómo te sentiría si alguien decidiera que tú mereces estar muerta?

Str-S-d: Voy a comenzar con Lucy. Ella es definitivamente la primera en la lista. No puedes saber lo que se siente sentarse en la cafetería y girarse y ahí está ella mirándome como si yo fuera un error o un bicho. ¿Ella en verdad piensa que yo quiero ser de esta manera? Te odio, Lucy. En verdad de odio. Eres mi número uno. Desearía que estuvieras muerta.


El día después de que el blog anónimo Str-S-d desea que la chica popular Lucy muera, ella se desvanece. Los chicos de Soundview High están preocupados y asustados. Especialmente aterrorizada y sacudida de culpa, está Madison Archer, la amiga de Lucy y la última en verla con vida la noche en que ella desapareció.

 Mientras los días pasan y no hay señal de la chica desaparecida, incluso la atención de Tyler, el nuevo estudiante, no es suficiente para distraer a Madison de su fuerte presentimiento. Después de que dos estudiantes más desaparecen después de que sus nombres son mencionados en el blog de Str-S-d, los residentes de Soundview están en pánico. Mientras tanto, Madison encuentra notas anónimas que le advierten que podría ser la siguiente. Desesperada por resolver el misterio antes de que alguien más desaparecea, Madison se vuelve hacia Tyler, pero, ¿Puede confiar en él cuando él sabe más de lo que comparte?

El reloj está marcando. Madison tiene que descubrir  el misterio de las desapariciones... Antes de que su nombre aparezca en el blog.

*Yo hice la trduacción. Puedes tomarla si tú lo quieres*


Wish You Were Dead

Qué cosas.
Enserio.

El libro es como una mezcla de Sé lo que hiciste el verano pasaso (O al menos me lo pareció con la parte que vi de esa película) y Pretty Little Liars.
  Masidon es una chica normal viviendo en un pueblito normal y de pronto ninguno de los dos son normales. Porque A) Hay un jodido pisicópata que mata a adolescentes. Porque B) Parece que el blog de Str-S-d está desatando muertes. Y por último pero no más importante: C) Hay otro jodido psicópata que está acosando exclusivamente a Madison. Y, por qué no, D) Hay un nuevo estudiante que a Madison le está hechando el ojo pero el tipo tiene aura siniestra y por las primeras cien páginas yo quería aventarle algo a la cabeza cada vez que lo veía.


                                            


Qué emoción.
   Por si no lo sabían, soy completamente fan de ésas cosas: Quién mató a quién, quién hizo esto y quién es A. Esas cosas me matan. Así que estaba muy emocionada porque  estaba A) Str-S-d, B) El asesino psicópata y C) El acosador cibernetico de Madison. Y la cosa es que : A) podría ser B), o B) podría ser C), o C) podría ser A) y B).
   O sea que estaba sospechando de todo el mundo en todo el libro. Incluso hice una lista de probabilidades de quién podría ser y al final... Ninguno era. Al final el asesino psicópata ( B) era alguien completamente diferente a lo que esperaba.

  Así puedes definir este libro: Impredecible, emocionante, intrigante... Un libro genial.


Saludos,
Sthep.

martes, 20 de agosto de 2013

Fade. Capítulo 14.


seascape
Fade, capítulo 14.
La libreta: Página 14.
"Los secretos nunca son secretos. No realmente. Porque siempre hay alguien más que sabe, alguien más que lo oculta. Es sólo que tú no lo sabes".



--Escóndeme.
Tomo la mano de Tash y la empujo conmigo hacia la habitación. Cora está ahí, viendo ese capítulo nuevo de Twisted sin mí, la muy desgraciada. Voy a recriminárselo, hasta que escucho sus voces en el pasillo, entonces me dejo caer en el suelo y me arrastro bajo la cama.
--Si tocan la puerta, no les digan que estoy aquí. Mientan. Díganles que me fui a enrollar con Graham. Díganles que comí tacos en mal estado. No les digan que estoy aquí.
 Tash y Cora intercambian miradas que bien podrían decir “Hay que hacer la lista de manicomios en la cuidad”
--No estoy locaMe quejo, hablando un poco extraño porque mi cara está aplastada contra la olorosa alfombraSólo necesito…
Alguien toca la puerta y me arrastro más bajo la cama.
--Hola, niñasMarina dice alegremente. Si no estuviera An, probablemente ella y mis compañeras de habitación serían almas gemelas, con toda esa alegría y sonrisas pegajosas-- ¿Está Isabel?
  Primero, silencio.
Y las quiero matar. ¿Por qué no reacciona?
--Está enrollándose con GrahamDice Tash, en tono nervioso.
Ya me la puedo imaginar con su habitual manía de poner su cabello rubio detrás de su oreja cuando está nerviosa. Si yo lo descubrí la primera vez que la vi haciéndolo, ¿Por qué no lo haría Marina?
No ayuda que Cora saca una risita y reproduce el capítulo de nuevo.
Demonios.
--Y comió tacos en mal estadoAgrega TashEstá teniendo una diarrea explosiva.
¿Una…?
Gruño.
--De acuerdo…, nos vemos.
La puerta se cierra y espero unos segundos antes de arrastrarme fuera de la cama y pararme, sacudiendo el vestido verde.
--Bueno, ¿Me estoy enrollando con Graham o estoy teniendo una diarrea explosiva?
--¡Es lo que tú dijiste!
--¡No te dije que los dijeras los dos al mismo tiempo! ¡Era para que escogieras!
--¡No soy una buena mentirosa! ¿De acuerdo? ¿Y por qué estoy mintiendo?
Cora ríe mientras nosotras discutimos. Cierro su computadora.
--¡Oye! ¡Estaba en la parte donde Rico le dice a Lacey que a Jo le gusta Danny!
--¿Qué? ¿Rico le dijo a Lacey? ¿Por qué estás viendo el capítulo sin mí, traidora?
Se encoje de hombros.
--Tenía muchas ganas de verlo y tú estabas no sé dónde.
Le frunzo el ceño.
--¿Por qué estás ocultándote de ella? ¿No era tu amiga?Me pregunta Tash, cruzando los brazos sobre su blusa estilo hippy.
--Es mi amiga, es sólo que…
Tash levanta las cejas tan alto que casi toca la banda dorada en su cabeza. Hippy.
--¿Qué?
Suspiro.
No puedo decirles. Pero tal vez puedo contárselo a Graham.
No estoy muy segura de cómo vaya a reaccionar cuando se entere de que las chicas no me dejan sola ni un momento porque se están volviendo locas sobre mi seguridad desde que me intentaron matar hace dos días.



                                                                      
 




--¿Es que tú nunca sales de aquí? ErmitañoMe burlo de él, entrando al garaje.
Lo veo sentado en una mecedora de madera, y me sonríe.
--Claro que sí. Es sólo que tú sólo me hablas cuando estoy aquí, por alguna razón. ¿Y qué tal tú? ¿Siempre usas vestidos y esos zapatitos cuando entras al bosque?
  Le saco la lengua, ya que ambos sabemos la respuesta.
Reímos juntos.
--No he sabido de ti hace un tiempo. ¿Cómo te ha ido?Pregunta, levantándose.
--Bien. ¿Tú la hiciste?Señalo la mecedora.
Él sonríe y asiente.
--Sí.
--Qué genial.
Me acerco y me dejo caer en ella. Me meso lentamente hacia atrás y enfrente.
--En verdad vine para hablar contigoDigo, evitando mirarlo a los ojosNo tengo nadie con quién hablar abiertamente al respecto. Excepto tú. Pero si estás ocupado…
Antes de que pueda decir algo más él ha acercado un banquito de madera y se ha sentado enfrente de mí.
--Escucho.
Quito mis brazos de la silla y los pongo en mis rodillas, apoyándome e inclinándome hacia el frente.
--Humm… Yo… Las chicas están todo el día checándome. Me están volviendo locas. Me tratan como si fuera de papel. He estado huyendo de ellas.
--Te refieres a tú amiga esa… La del cabello negro azulado. ¿Cómo se llama?
--Cora. No, no estoy hablando de ellas. Cuando digo las chicas, me refiero a las chicas: An, Marina y Kate.
Frunce las cejas.
--Pensé que me habías dicho hace unos días que An no quería que te acercaras.
--Y así era. Pero, eso cambió. Ahora ellas están sobre mí. Dicen que están… cuidándome.
Vuelve a fruncir las cejas.
--¿Por qué?
--Sí, de eso quería hablarte… Eh… El lunes, tuve la clase de natación a la última, y yo, humm… Bueno, yo me quedé hasta lo último, y estaba sola… Pero resulta que no estaba sola.
Graham frunce más el ceño.
--¿Qué pasa con eso?
--Es que…
Es que no quiero preocuparlo. Pero creo que no le haría gracia que no se lo dijera.
--Es que estaba sentada en la orilla. Y yo quería quedarme un rato ahí sola. Escuché unos pasos muy silenciosos, pero logré oírlos, sólo que muy tarde. No sé quién era. Lo juro. Yo…
La alarma se enciende en su rostro.
--Cassidy, ¿Qué pasó?
--Me tiraron. Me empujaron hacia la piscina y no me dejaron salir hasta que yo estaba un poco inconsciente. Me hicieron tragar una pastilla y horas después Kate y An me encontraron. Alguien quiso matarme.
  Graham está blanco, mirándome fijamente.
Se tarda en contestar.
--¿Cómo me dices hoy?
--Yo… No lo sé. Estaba demasiado ocupada deshaciéndome de las chicas.
Graham se levanta y me toma de la mano, obligándome a levantarme también. Me hace una inspección, y cuando ve que no tengo nada roto, me toma los brazos y aprieta.
--No quiero que te acerques a estas chicas de nuevo. ¿De acuerdo? Ninguna de las tres.
--¿Piensas que ellas me hicieron esto?Pregunto con incredulidad--¡Ellas me salvaron! Además, ellas son también tus amigas. O al menos lo eras, antes de que las cortaras de tu vida. Creo que deberías de retomarlo.
Él sacude la cabeza.
--Esto no es sobre mí, Cassidy. Es sobre ti. No es que crea que alguna de ellas lo hizo, sé que no… De acuerdo, no lo sé, ¿De acuerdo? No lo sé. Lo que sí sé, es que dos de las tres chicas que se han acercado a ellas han muerto y otra va en camino. No sé si son ellas, Cass, pero sé que es sobre ellas. No quiero que te acerques.
--Va a ser difícil, ya que ellas no se quitan de mi camino… ¿No te has puesto a pensar en ello? ¿En que ellas están sobre mí porque tienen miedo de que esto pueda pasar de nuevo?
--Tal vez por esto An no te quería cerca desde el principio. Tal vez ella sabía que esto pasaría. Cassidy, escúchame, ellas se han metido en asuntos, y no sé cuáles son, pero estas cosas hacen que chicas inocentes terminen muertas.
--¡Pero ellas no se han metido en nada! ¡Saben tan poco como nosotros!
--¿Quieres dejar de discutir conmigo? ¡Estoy tratando de salvarte aquí!
Dejo sacar el aire contenido de mis pulmones, con mi enojo desvaneciéndose lentamente. Él solo está preocupado.
--Lo sé, Graham, lo siento. Es sólo que… No sé qué está pasando aquí. No sé quién es el malo. No sé de qué lado ponerme.
--Ponte en el lado seguro, Cassidy. Hazme caso. Yo… A mí me gustan esas chicas, o es cierto; Solía hacerlo. Antes de Isabel. Y aunque no quiero creer que hay algo mal en ellas… Lo hay. Isabel, Serena, tú. Cassidy, tal vez no es su culpa, pero hay algo muy mal en ellas.
   Nos quedamos en silencio unos segundos y él lentamente suelta mis brazos. Los muevo un poco, dándome cuenta de que los estaba tomando tan fuerte que se me entumieron un poco.
--¿Conociste a Serena?Pregunto.
Él pasa unos dedos por su cabello y suspira, cansado.
--Sí. En esos tiempos yo era amigo de Alex.
--¿Qué tiene que ver Alex con esto?
Me mira a los ojos.
--¿No me habías dicho que estabas saliendo con él?
--Sí… ¿Por qué? ¿Qué tiene?
--Entonces supongo que él no te ha dicho.
--¿Qué cosa?Subo la voz con tono de desesperación
--Alex salía con Serena. Quiero decir, salía con ella enserio. En verdad la quería. No tenía ojos para nadie más.
Levanto mis cejas y espero unos segundos, procesando.
--¿Enserio?
--Creo que no sabías, pero hubo un tiempo en el que él también era cercano a las chicas. Éramos todos nosotros. Éramos cercanos. Yo con Isabel, Alex con Serena. Ellas eran amigas, nosotros éramos amigos, y ellas eran amigas de las chicas, por eso nos acercamos a ellas…
--¿Ustedes estuvieron con ellas dos antes o después de que anduvieran con las chicas?
--DespuésSuspiraPor eso Alex se lleva tan mal con ellas. Él también sabe que hay algo mal; Su mejor amiga y su novia ya no están aquí.
--Y sus padres…
--¿Qué tienen sus padres?
--Me dio a entender que no vive con ellos.
--Sí. Se divorciaron hace años. Nadie quiso la custodia, así que su tía se encarga de él. Por eso él está aquí… ¿Por qué tienes esa mirada en los ojos?
--Yo… Cuando lo conocí, pensé que era un blanco perfecto para buscar información. Yo… lo usé. No me agradaba cuando lo conocí, y si fuera por mí no me hubiera acercado, pero… Lo hice, Graham. Todo este tiempo, él no me interesaba, pero yo fingí y creo que ahora yo le gusto… Creo que le gusta estar conmigo. Yo… Perdió a sus padres, a su novia y a su mejor amiga. ¿Qué va a pasar con él cuando yo lo deseche? ¿Cuándo ya no me sea de utilidad?
--Espera, esperaMe mira con un deje de enojoLa última vez me dijiste que no saldrías con él debido a An. No me dijiste que habías vuelto a salir con él.
--Bueno, lo hice.
--Cassidy, la razón por la cual te pregunté si ibas a seguir saliendo con él, es porque yo sabía que lo estabas usando. Si tu respuesta hubiera sido sí, yo te habría dicho que lo olvidaras, que él ya tiene suficiente en su plato, que lo harías sufrir. Te habría dicho que te alejaras de él antes de que le hicieras daño. Pero como tu respuesta fue no, no te dije nada. ¡No me dijiste que habías vuelto a salir con él!
  Me cubro los ojos con la mano.
--Soy la peor persona en el mundo. ¡Pero yo no sabía! ¡No sabía que Serena era su novia enserio!
--¡Pero sabías de Isabel y de sus padres!
--¡No sabía que sus padres no querían ni verlo a la cara! ¡Yo sólo pensé que estaban de viaje, o algo!
--¡Dios, Cassidy!
Quito mis manos de mi cara y camino en círculos en el garaje.
--¿Qué hago ahora?
--Termina con él. Deja de usarlo.
--Pero…
--¿Pero qué?
En verdad luce enojado.
--Creo… creo que también me gusta. Un poco. El otro día me mostró una versión muy diferente de lo que había visto cuando decidí usarlo. Ya no siento esa vibra peligrosa de él.
--Entonces es mejor que te lo guardes para ti misma.
Retrocedo ante su dura postura. Él lo nota y cambia su rostro.
--Lo siento, Cass. Sé que él y yo no nos hablamos, pero aún me preocupo por él. No merece más dolor. Merece empezar de nuevo con una chica que lo quiera y lo merezca. Merece que dejes de mentirle.
  Me quedo en silencio mientras vuelvo a la mecedora.
--¿Por qué no haces las paces con él? Quiero decir, ¿Nunca intentaste hacerlo entrar en razón? ¿Qué no fuiste tú, que fue Isabel quién hizo el daño?
--¿Crees que no lo intenté? No quiso hablarme. Ahora es demasiado tarde: ha pasado un año.
--Pero creo que te necesita. Tal vez, se siente solo. Tal vez te extraña.
--Si me hubiera extrañado me hubiera dirigido la palabra hace meses.
--Se llama orgullo. El orgullo no significa que no te extrañe.
Graham pone una mano en el aire, directo hacia mí, haciendo una seña que fácilmente se puede leer como “Detente”.
--Deja de ser una psicóloga, Cass. No sé qué voy a hacer.
Pero sé que está pensando en mi consejo, porque segundos después de decir eso él me da su espalda y enseguida se vuelve.
--¿Pero y si no quiere hablarme?
--No puedes no intentarlo. ¿Y quién sabe? Tal vez en algún tiempo vuelvan el uno al otro.







                                                                           





--¿Sabes? Estoy intentando cuidarte aquí.
Kate suspira, mirando entre An y yo. Ella deja que An diga lo que tenga que decir y se queda de lado, creo que es lo que más me agrada de ella. Ella no presiona.
--Pensé en verdad que ya habíamos pasado por estoAn prosigue, poniendo sus manos en su cintura, sobre la tela se su blusa negra semi transparentePensé que lo habías captado después de qua casi murieras en esa piscina.
   Yo estoy tan cansada de esta conversación.
--¿De qué hablas, porqué estás aquí?
--¿Crees que los rumores no corren? ¿Crees que no se rumorea que Alex tiene una nueva chica? Tu nombre no llegó a salir, pero yo sé mejor. ¿Vas a negarlo?
--Baja la voz, AnAdvierte An.
--¿Por qué no vas con Mar, Katie? Te alcanzaré pronto.
Kate suspira y asiente.
--No pierdas la cabeza, AngelaAdvierte de nuevo. Luego me mira y levanta la palma de su manoAdiós, Isabel.
--Eres tan blandaSe queja An por lo bajo.
Kate sonríe.
--No, Annie. Soy racional. Es diferente.
Luego se da la vuelta y su pelo largo y castaño golpea a An por accidente, lo cual parece ponerla de peor humor.
--¿Vas a negarlo, Isabel?
Niego.
--No. No, no lo haré. Créeme, Alex no tiene nada. Es inofensivo. Él no me empujó en esa piscina. ¿Quieres dejar se seguirme a todos lados? No estoy en peligro. Ni tú, ni ninguna de tus amigas. Supéralo.
Me doy la vuelta para dirigirme a mi habitación pero ella me toma del brazo.
--¿Por qué eres tan difícil? Es sólo una cosa lo que tenías que hacer, una. Sólo tenías que alejarte de Alex. ¿Por qué es eso tan complicado?
--Deja de cuidar de mí. No te necesito. Déjame.
--¡No puedo!
--¿Por qué?
--¡Porque me preocupo por ti!
Sigue sosteniendo mi brazo, pero ambas hemos dejado de movernos. Nos miramos a los ojos, sopesando las palabras que acaban de salir de su boca.
--¿Qué?
Su voz se quiebra un poco.
--No quiero que nada te pase.
Ella me suelta del brazo y ambas nos movemos de nuevo cuando Kate aparece de nuevo.
--Muy bienDiceEs hora de irnos.
Tal vez ella en verdad siempre estuvo ahí y nosotras no nos dimos cuenta.
Ella mira detrás de nosotras, alza las manos y agita. Miramos en su dirección y vemos a Marina caminar hacia nosotras con cara extraña, como si supiera que nada bueno está pasando aquí.
 Cosa que es como…, sí, es verdad.
--Mar, acompaña a An a la habitación. ¿De acuerdo?
--No soy una niñaProtesta An.
--Te comportas como una algunas veces. Yo acompañaré a Isabel.
Marina asiente y enreda su brazo en el de An y se alejan.
Estar con Kate es relajante para mí. Ella es tranquila, razonable.
Caminamos a mi habitación en silencio.
--Ella dijo que se preocupaba por mí.
Kate asiente.
--Lo sé.
--No estoy muy segura qué significa.
--Lo que oíste.
--¿An, preocupada por mí? Sí claro.
Kate sonríe amablemente.
--Tú no conoces a An. Quizá quieras una breve explicación sobre ella, Isabel. Y esto es lo que te diré: Ella es la más vulnerable de nosotras tres.
La miro, alzando una ceja.
--Sé que no lo pareceContinúaPero ella en el interior es una persona tan diferente. An te muestra otra parte de ella, una parte que ella ha creado. Ella tenía razón: Se preocupa por ti. Te molesta tanto con Alex porque tiene miedo.
--Pero, pero…
--Cuando conoció a Serena, la primera, se hicieron amigas. Y luego ella murió. Sufrimos tanto, pero An, ella…--SuspiraCassidy llegó un poco después. Y pasó lo mismo. ¿Puedes culparla por ser tan perra contigo?
No le contesto. Sigo procesando.
--Es muy fácil para ella querer a alguien. Más que para el resto. Ella te alejó porque no quería quererte. No quería preocuparse por ti. No quería protegerte. Pero cómo ves, ha sido inevitable. Se preocupa por ti y se reprocha a sí misma por ello.
Llegamos a la puerta de mi habitación y sonríe.
--Intenta comprenderla. Intenta ver que el que estés saliendo con Alex le tiene despierta por las noches. Y yo… Yo me preocupo por ella. Me preocupa lo que le estás haciendo.
--Pero ella no me conoce. ¿Cómo puede sentir afecto por mí?
--Creo que también tiene que ver con el hecho de que siente culpa por las muertes anteriores como para soportar la tuya.
Trago saliva y recuerdo lo que Graham me dijo: Hay algo mal con esas chicas.
--¿Kate? ¿Piensan en verdad que la razón por la cual ellas están muertas es por Alex?
Kate me mira.
Y sé que hay algo más.
--No. Hay algo que no te dijimos. Semanas después de salir del hospital nosotras localizamos el auto en el que estábamos conduciendo a esa fiesta del lago. Pensamos que ella había chocado porque no estaba viendo la carretera, pero no es cierto. Los frenos estaban cortados. Alguien quería que nos estrelláramos.
Abro mi boca, incrédula.
Graham tenía razón.
Alguien está cazándonos. Alguien que quiere a estas tres chicas solas.
--¿Por qué no me lo dijeron?
Kate se encoje de hombros.
--Estabamos en estado de negación… Estamos en estado de negaciónSe corrigeNi An ni Marina quieren admitir que hay alguien que está detrás de nosotras.
--¿Saben quién podría haber sido?
--No sabemos.
ni Marina quieren admitir que hay alguien que está detrás de nosotras.
--¿Saben quién podría haber sido?
--No sabemos.
--¿Ni una sola idea? Kate, piensa: Alguien quién quiere que ustedes tres… ¿Qué? ¿Qué quiere?Hago una pausaUstedes están llenas de secretos. De mentiras. Creo… Creo que ustedes saben algo que no quieren que compartan con nadie másSacudo la cabezaNo sé. El punto es que quiere que ustedes se queden solas. ¿Por qué?
Kate se ve preocupada.
--No lo sé. No sé nada de esto. Yo… Dios. ¿Cómo esto nos está pasando a nosotras?
Graham tenía razón: No fue un accidente. No fue nunca un accidente. Este fue su secreto, pero viendo a Kate parada en frene de mí diciéndome esto mismo, me doy cuenta de que nunca fue un secreto.
Y creo, creo que los secretos no existen. No realmente; Siempre hay alguien más que sabe. Es sólo que tú no sabes eso.
--¿Cómo esto me está pasando a mí?Le respondo.
   Va intentarlo de nuevo. Quién sea que quiso matarme en la piscina aquél día. Va a asegurarse de que salga de la foto, como las demás. Como Serena, como Isabel.
Ésta es la razón por la cual An está realmente alterada:
Soy la siguiente.




                                                                         
 



Esa noche, no puedo dormir hasta que el reloj marca las 3.57, y cuando finalmente lo hago, tengo pesadillas.
Estoy en esa piscina de nuevo. Pero esta vez es diferente. Cuando esa persona me empuja, yo me hundo como una roca hacia el fondo mientras mi corazón late frenético en mi pecho. Toco el fondo y me impulso hacia arriba por aire. Estoy casi ahí. Tengo los ojos abiertos y puedo ver la luz cortándose en el agua azul cristalina, puedo ver que mi cabeza casi logra salir a la superficie. Y cuando mi barbilla cruza y se encuentra fuera del agua, cuando estoy a punto de sacar mi cabeza y respirar, algo toma mi pie y me empuja hacia abajo. Peleo. Peleo porque es lo único que tengo. Es lo único que me queda por hacer. Estoy tan desesperada viendo la superficie, desesperada por salir que nunca veo abajo. Nunca veo quién sostiene mi pie.
  Creo que me ahogo. No puedo recordarlo cuando me levanto, pero tengo la sensación de que nunca llegué a salir.
Esto no me deja dormir hasta las 5.24.
Vuelvo a soñar. Alguien está acariciando mi cabello, pero nunca abro los ojos. Alguien me está cantando, pero no oigo la voz, sólo lo sé. Sé que alguien me canta mientras acaricia mi cabello y luego mi mejilla con sus dedos. Entonces me da un beso en la frente con unos labios realmente fríos.
  Abro los ojos y me siento en mi cama. Juro que siento aún sus manos en mi cara.
La cosa más espeluznante.
No puedo dormir el resto del día. A las seis en punto me levanto finalmente y empiezo a vestirme y a peinarme a toda prisa, aunque aún tengo tiempo. No me peino bien. Ni siquiera lo cepillo, sólo lo levanto en una coleta y envuelvo un listón melocotón en él. Cuando me veo en el espejo, me maquillo un poco, sólo intentando cubrir las sombras bajo mis ojos.
  Me siento ansiosa por salir de la habitación. Siento que no puedo sentirme segura, hasta que olvide el sueño. Se supone que tú te olvidas de tu sueño quince minutos después de levantarte, y yo sólo espero, pero mientras tanto quiero salir lo más pronto posible de la habitación.
Tomo mis cosas y me marcho sin despertar a mis compañeras de cuarto. Y en cuanto cruzo la puerta, saco mi celular y marco a Graham.
Me contesta después de algunos tonos.
--¿Humm?
Tamborileo mis dedos nerviosa contra uno de los lados de la falda de mi vestido.
--Siento haberte despertado antes de lo que deberías, es sólo que me estoy volviendo loca y no estaba segura de qué hacer.
Hay una pausa del otro lado del teléfono.
--¿Cassidy?Dice con voz pastosa por el sueño--¿Estás bien? ¿Qué pasó?
--Yo… Ayer… Cuando estaba contigo y me fui a mi habitación… Soy la siguiente y esta noche tuve pesadillas y no pude dormir y tengo miedo porque aún no olvido el sueño que debí de haber olvidado hace unos minutos según los estudios científicosDigo de un sopetón.
--¿Qué? ¿De qué estás hablando?
--Graham, juro que puedo sentir el agua fría en mi piel. Y puedo ver la luz cortada por el agua desde abajo. Siempre pensé que eso era bonito, pero ahora es simplemente espeluznante. Graham, tú tenías razón.
Hay otra pausa en el teléfono.
--Cassidy, dónde estás.
--Fuera de mi habitación.
--Muy bien. Esto es lo que vamos a hacerDice más despiertoVe a encontrarme en el taller de carpintería antes del desayuno. Estaré ahí en diez.
Cuelga. Miro mi teléfono: 6.17. El desayuno es a las 6.30. Voy rápido hacia afuera, alegrándome de ver la luz del sol más de lo que nunca estuve.
  Estoy completamente perdiendo la chaveta. Y me veo como una, lo compruebo cuando veo mi reflejo desaliñado en una de las puertas, saliendo de las residencias de los dormitorios de las chicas.
Es entonces cuando escucho los gritos.
Miro hacia atrás, hacia dónde viene el sonido. Entonces veo el humo salir de una ventana abierta en el tercer piso. La ventana que Cora siempre olvida cerrar.
Salgo corriendo y subo las escaleras lo más rápido que puedo. Me tropiezo algunas veces, pero me levanto a sigo andando, sintiendo cómo mi corazón parece querer salir de mi pecho. “Quédate ahí”, pienso, “Te necesito ahí”.
Cuando llego, una chica en cortos pijamas se lanza hacia la alarma de incendios, pero se tropieza con sus propios pies y se da un buen golpe. Así que soy yo quién se lanza sobre la alarma. Veo alrededor para ver porqué alguien no lo había hecho antes, pero veo a todas sacando a sus compañeras de las habitaciones.
 ¿Dónde están mis compañeras?
--¡Cora! ¡Tash! ¿Dónde están?Grito, corriendo hacia mi habitación al final del pasillo.
Demonios, demonios.
La parte inferior de la puerta está en llamas, igual que las plantas enseguida y esas persianas de madera de la ventana enorme enseguida. Hago caso omiso del fuego, a pesar de que siento que me quemo.
Me estrello contra la puerta primero antes de abrirla. Ambas están en el suelo, a unos pasos de la puerta. Tash intenta levantarse, tosiendo y fallando completamente. Cora está en el suelo inconsciente.
Chillo y me lanzo a ayudarlas. Alguna chica que desconozco de un brillante pelo rojo se acerca y me ayuda a levantar a Cora sin una palabra. Silenciosamente, se lo agradezco. Cuando logramos salir, unos maestros en pijamas de cuadros y gatitos están ahí con los extinguidores. Me derrumbo en el suelo cuando logro alejar a mis amigas del fuego.
He inhalado tanto humo.
Llena mis pulmones, los abraza. Es como ahogarse. Es como mi sueño.
Es peor.


                                                                          





--Ponle esto.
Abro los ojos y el maestro que me estaba cargando me deja sentada fuera de la residencia, dónde todos los estudiantes de Ashford se están amontonando, algunos en pijamas, otros con ropa normal.
El maestro de educación física, ejem, natación, toma la cosa que la enfermera le da y le dice que me lo tiene que poner en la nariz y boca para que respire y luego se va para hacerse cargo de otros estudiantes.
Él, un hombre joven, moreno y causa de algunos cotilleos entre las alumnas en todo Ashford, me lo acomoda torpemente y entonces estoy respirando mágicamente.
“Aire, aire, aire. Lléname”.
Estoy tan ocupada aspirando el aire mágico que tardo un rato en distinguir mi nombre entre la multitud de personas yendo y viniendo, intentando dar a otras personas aire mágico y los guardias intentando alejar a los estudiantes para darnos espacio.
  Veo a muchas personas. An, Marina, Kate, en sus pijamas, mirando con cara de perturbación hacia todo esto. Sus ojos se cruzan con los míos y puedo ver el “Te lo dije” en sus ojos. Desvío mi vista porque no quiero saber nada, y me cruzo con los de Alex, quién grita mi nombre entre la multitud, qué, oh, está enseguida de Graham, quién no se ve mejor que los demás.
Quiero quitarme el respirador mágico por unos segundos para sonreír y que vean que todo está bien, pero el maestro Sanderon me lo impide.
--No hagas eso. Aún lo necesitas. No sé de medicina, pero ese corte en el brazo se ve mal. Alguien vendrá pronto y arreglará eso, no te preocupes.
Le hago caso porque en verdad amo el aire mágico. Espera, ¿Qué herida de brazo? Miro mi brazo y veo una larga cortada roja en él. Supongo que fue cuando me caí. No me sorprende que no lo haya notado, porque incluso respirando el aire mágico me siento desorientada.
 Me quedo ahí un rato mientras me siento mejor y los maestros y la directora corren a todos los alumnos.
 Miro hacia atrás, sintiéndome más consciente, al edificio con paredes de un color negro. El olor me hace fruncir el ceño y finalmente me quito el aire mágico… Que no es mágico. Es oxígeno. Me levanto y sonrío al señor Sanderson, asegurando que todo está bien. Voy a buscar a Tash y a Cora, pero la directora se aparece en mi camino.
--Señorita Blake, por favor, vaya a mi oficina y espere ahí.
El hecho de que Cassandra Terrance me haya pedido eso me da un mal sabor de boca.




                                                                    
 


Me quedo un tiempo sola.
Los primeros cinco minutos me quedo sentada afuera de la oficina pacientemente, pero luego me levanto y paso los siguientes diez caminando en círculos en el pequeño pasillo.
Me vuelvo loca. Por simplemente tantos motivos.
--Isabel.
Me vuelvo hacia la voz. Es Alex, trotando hacia mí por el pasillo con su pijama, aún: Un pantalón de algodón azul de rayas y una camisa gris.
--¿Alex? ¿Qué haces aquí? ¿La directora te mandó a llamar?
Sacude la cabeza deteniéndose a un paso de mí.
--Vine a buscarteToma mi mano--¿Estás bien? ¿Qué pasó? Isabel, ¿Qué sucedió esta mañana?
--¡No lo sé! ¡No lo sé! Yo estaba saliendo del edificio cuando vi el humo y escuché algunos gritos.
--¿Pero qué hacías fuera de la cama antes que todos? No me malinterpretes; me alegro que no estuvieras ahí, pero… ¿Por qué?
Y por primera vez en mucho tiempo, no miento. O bien, digo parte de la verdad:
--Tuve una pesadilla y me asusté mucho. Salí porque me siento mejor cuando hay luz. No conté con que habría un incendio.
Tash. Cora. Ellas pudieron haber muerto en ese incendio. Por mi culpa.
Por mi culpa.
Mis ojos se empiezan a poner húmedos y Alex abre los ojos de par en par, un poco asustado por eso. Llevo las manos a mi cara para limpiar las lágrimas, porque sé que esto puede ser incómodo para él, pero resulta que no es por eso por lo que se ve asustado. Lo sé cuándo me toma en sus brazos y me estrecha contra él.
--No llores. No hay nadie herido. Está bien.
Borro mis lágrimas, pero me quedo ahí. Porque simplemente ha pasado tanto tiempo desde que alguien me ha consolado. Ha pasado tanto tiempo sin mi familia, sin las personas que me conocen.
Los extraño. Los extraño tanto.
Y cuando él me abraza, se siente como llegar a casa.
Se siente bien.
Tal vez por eso cuando él se separa un poco y toma mi barbilla, dejo que se acerque. Tal vez es por eso que dejo que me bese. Tal vez es por eso que envuelvo mis brazos en su cuello.
Pero ese tal vez es una mentira. Porque quiero esto. Porque me siento cómoda y se siente correcto al hacerlo. Porque me gustan sus labios y la forma en que me sostiene como si yo fuera hecha de cristal, porque ya no siento el peligro que me rodeaba cuando estaba con él, no siento que quiere derrumbarme, al contrario. Porque su beso sabe casi como a una promesa. Una que dice que no me lastimaría.
Y lo creo.
   Oímos pasos así que nos separamos un poco, mirando al pasillo, dónde la directora Terrance va cruzando la esquina en su traje violeta y sus tacones repiqueteando.
Supongo que las directoras no tienen mucho tiempo para dormir.
--Alex, por favor ve a ayudar a buscar  cosas  qué salvar en el incendio. Y ustedMe mira---Tenemos una conversación pendiente. ¿Quiere por favor seguirme a mi oficina?
Alex y yo nos intercambiamos una mirada. Aprieta mi mano y me deja ir.




                                                                    




Salgo de la oficina más alterada. Miro alrededor, pero Alex no está ahí. Supongo que aún sigue ocupado intentando rescatar cosas de mi habitación, así que aprovecho el tiempo y salgo corriendo hacia Graham, al lugar en dónde siempre lo encontraré.
 Cuando llegó ahí, él está recargado sobre una mesa de trabajo y mira críticamente a una versión de la mecedora que había visto hace poco, sólo que ridículamente más grande. Levanta la vista hacia mí cuando oye mis pasos y yo me detengo en el umbral del garaje, un poco detrás de la mecedora enorme, jadeando un poco.
--¡Graham! ¡Graham!Abre la boca pero lo corto. Necesito hablar… como, yaEllos creen que yo inicié el incendio. Creen que es mi culpa. Pero no no lo fue, lo juro. Yo nunca lo hice, nunca quisiera lastimar a Tash ni a Cora, ni a nadie. Pero sé que pasó. ¡Graham, yo soy la siguiente!
Graham mira la mecedora una vez más y luego cierra los ojos. Los abre y me mira, alterado.
--Espera, espera.
¿Qué espere? ¡No!
--No, Graham. Es de lo que te quería hablar esta mañana antes del incendio: Yo soy la siguiente. Alguien quiere matarme, como lo hicieron con Serena y con IsabelAbre la boca para hablar y da unos pasos hacia mí, pero yo no le dejo--¡Graham, tú tenías razón! ¡Alguien ha estado cazándonos!
Él se lleva las manos hacia el rostro, como si yo hubiera cometido un gran error.
¿Qué? ¿Por qué hace esto? ¿No debería decirme algo? ¡Él tenía razón!
Es entonces cuando escucho la voz a un metro de distancia y veo la cabeza de Alex salir de la mecedora gigante.
--¿Qué?
Lo miro con shock y luego de vuelta a Graham.
--Traté de advertirteDice.
Alex se levanta de la silla con una mirada que me hace retroceder. Una mirada que simplemente es tan diferente a la que me mostró hace un rato.
--ExplícateGruñe.
Y hago lo que mejor sé hacer ahora: Miento.
--Alex. No te vi ahí. No es nada. Es sólo… Es sólo…
Graham talla sus ojos con cansancio y luego me mira. Entonces, arruina mis posibilidades de seguir mintiendo:
--Sé ha acabado aquí, Cassidy. Solo dile la verdad.
La cara de Alex no tiene precio.


--Sthep Stronger.