jueves, 29 de mayo de 2014

After Jude. Capítulo 5.

Tumblr
After Jude. Capítulo 5.


  Señor Morgan, yo sé que en un ensayo no se supone que tenga que estar tan detallado, y estoy plenamente consciente de que esto ha dejado de ser un ensayo hace mucho tiempo y que me va a reprobar. Pero enfrentémoslo: Me iba a suspender de cualquier manera.  Así que decidí que si voy a reprobar, voy a hacerlo bien.
  Hay muchas maneras para realmente comenzar a hablar acerca de Jude. Sé que es todo lo que he estado haciendo éstas últimas páginas, pero no es realmente lo que importa acerca de Jude. Sólo era una presentación a su persona.
 También estoy plenamente consciente de que ya he dejado esto en claro, pero Jude rompió mi corazón, y no de la manera en que usted piensa. Le he dejado pensar muchas cosas en vez de especificar y por eso lo siento. Supongo que cuando quieres olvidar a veces es difícil recordar quién eres y qué quieres.
  Jude murió un siete de marzo, en algún lugar en la madrugada.
Se preguntará por qué.
Buena pregunta.
Al principio no podía comprenderlo, y cuando lo hice, bueno, era demasiado tarde como para salvarlo. De hecho, era demasiado tarde para salvarlo incluso antes de conocerlo.
--Soy  gayMe dijo.
Lo miré por un momento, en silencio.
--¿Ese es tu gran secreto que no me querías decir? ¿Que te gustan los chicos?
--Lo dices como si fuera nada.
--Que te gusten los chicos no significa nada realmente.
Y río amargamente.
--Pregúntale a tu tío, o a mi padre. Estoy seguro de que te contestarían algo diferente. Mi abuelo no puede, porque está muerto, pero no te diría algo diferente.
--¿Ellos saben?
--Tu tío fue quien supo primero, con mi abuelo, y luego le dijo a mi padre. Entonces me echó de la Iglesia y me dijo que no regresara hasta que decidiera desprenderme de Satanás.
  Yo había vivido con mi tío por siempre, y era un hombre devoto, pero no sabía cuánto.
No sabía acerca de la falta de humanidad que podía existir en los hijos de Dios.
--Eso es horrible, Jude.
--Como sea. Mi padre me odia. He sido corrido de la Iglesia para siempre puesto que no puedo cambiar.
--No es justo.
--El mundo no es justo.
Nos quedamos en silencio por un momento.
--Soy despreciableSusurró.
   Y después, se alejó de mí.
Esto es la cosa acerca de las palabras, señor Morgan: Puedes utilizarlas de la manera en que nos lo ha enseñado; Para plasmar sentimientos y construir cosas hermosas de la nada. Pero también sirven para matar. Ahorcan a una persona hasta que el aire no llega a sus pulmones y entonces el corazón deja de latir.
 Y quiero poner algo en claro aquí: Tú puedes golpear a una persona un millón de veces, y ésta va a encontrar la manera de recuperarse. Pero si lo golpeas psicológicamente, eso es otra cosa. Porque es una herida que no cura. No existen inyecciones o pastillas que lo hagan mejor. Puedes golpear a esta persona hasta que ya nunca se vuelva a levantar.
  Jude y yo crecimos en familias religiosas, y aprendimos a amar a Dios sobre todas las cosas. Y es que el problema no es con Dios. Nunca ha sido con Dios. Es con las personas en la religión. Personas que juzgan, personas que voltean el rostro y abandonan.
   Sé que hay personas devotas que no son así. Los respeto. Sé que usted es devoto y no tengo nada contra ello. Mi compañera de habitación lo es; Reza por las noches y tiene una cruz en su pared (Regalo de su mamá, pero aún). Mi punto es que hay personas en este mundo que son maravillosas.
Pero también están… bueno, el resto.
Le diría que mirase a Jude, pero está muerto y no lo conoce, así que mírelo metafóricamente. Está muerto porque lo único que tenía lo abandonó.
  Mírenos. A todos nosotros. Mire quiénes somos. Mire a las personas con rosarios en sus manos que tienen esas miradas de odio en su rostro, esa fobia a cosas diferentes, ese “Te vas a ir al infierno” cuando estás perdido y solo. Hacia personas diferentes, a no creyentes.
  Mírenos.
Mire quienes somos.
Mire en lo que nos hemos convertido.

  De acuerdo, ahora sí me va a reprobar, pero de cualquier manera voy a continuar porque hace unos momentos he decidido reprobar bien, como ya he mencionado. No estoy segura que siga leyendo esto, ahora que más o menos he “insultado” a su religión. Si me va a poner una nota debajo de mi calificación que ponga : “Vete al infierno, hija de Satanás, donde perteneces. ¡Pecadora!”, entonces le voy a pedir que se lo ahorre, con todo respeto. No he atravesado por todo lo que he atravesado para encontrarme con otro señor Perkins u otro tío que me desprecie.
  Espero simplemente que no sea uno del resto.
Si nos movemos a otro tema, señor Morgan, yo sé que usted aquí esperaba una historia de amor trágica en donde chico abandona a chica y la vida ya no tiene sentido.  Sé que todos aquí esperaban una historia de amor. Juro que mi intención no era decepcionarlo. Pero necesito hacerle saber que no todas las historias van a serlo. Mi intención aquí era hacer un punto, un punto que necesito remarcar más que nada: No necesitas estar en una relación amorosa con nadie para que rompa tu corazón. El amor no siempre es el centro del universo. La amistad, la familia, las creencias, lo son; Mi corazón fue roto por un chico gay, mi tío, mis padres y una religión.
El primero me abandonó cuando era lo único que tenía. Y déjeme remarcar de nuevo esa parte en donde si te vas por elección eres un hijo de perra. El segundo me rompió y despreció cuando se enteró que mi amigo era un chico gay. Los terceros cuando decidieron dejarme con el segundo. Y el último porque nos dejó cuando más lo necesitábamos.
  No necesitas un engaño para ser totalmente destrozada.
     Quiero contarle el resto de la historia. Quiero contarle qué pasó con Jude cuando finalmente me dijo que era gay. Le diré que peleamos más que nunca (Solíamos pelear mucho) porque intentaba hacerle razonar que el hecho de que le gustasen los chicos no cambiaba quién era, que seguía siendo mi roca y que me preocupaba con él. Que aún lo quería. Pensé que él estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua.
  Pero las personas son… Son un iceberg. El hecho de que las conozcas realmente no significa que las conozcas.
¿Cómo iba a saber yo acerca de ese hilo de oscuridad y enfermedad corriendo por su mente? Había muchas cosas que no sabía sobre Jude. Y definitivamente no sabía lo que era ser un niño suicida con problemas de depresión incluso antes que el gusto por los chicos viniera.
 A veces es lo que me caza por las noches: Que realmente no hubiera podido salvarlo. Y yo quería, porque esto es lo que pasa con las personas que amas: Quieres salvarlos.



                                                               



--No estoy cerca de obtener un cierreInformo.
La señora Perkins pone su mano sobre la mía y aprieta.
--Entonces sigue escribiendo hasta que lo tengas. Sigue escribiendo hasta que lo descubras.
  Pienso que habla como Morgan.
Y él va a malditamente reprobarme.
Pero no. No voy a cambiar mis palabras, porque fui callada tantas veces que estoy harta. Alguien tiene que oírme. Alguien tiene que oírme sin voltear el rostro porque no soy una creyente.
  Miro a la señora Perkins, una creyente especial. De las reales. Una persona maravillosa. Ella no culpó a la Iglesia incluso cuando arrebató a su hijo. No pude comprenderlo al principio y estaba enojada, pero hay una cosa en este mundo llamada esperanza. Es la cosa más frágil. Pero a veces puede extenderse y desarrollarse hasta que ocupa todo el lugar. La esperanza puede alimentarse, y eso es lo que muchas veces nos mantiene cuerdos.
  A veces las personas simplemente necesitamos algo en qué creer.
Necesitamos esperanza. Necesitamos creer que no somos un caso perdido, que no todo está acabado para nosotros, que no somos estas personas en las cuales nos hemos convertido. Necesitamos creer que podemos ser mejores.
  Suspiro.


Mi relación con Jude no es realmente muy clara.
No era mi novio, no era mi mejor amigo. Peleábamos mucho para considerarnos mejores amigos. Éramos muy diferentes.
 Pero estábamos en el mismo bote.
Sé que le he estado soltando todas estas cosas sobre la humanidad y le he hecho creer que soy una cerebrito y eso, pero sólo le he explicado lo que entiendo. Lo que he aprendido, y tengo que admitir que hay cosas que aún no sé. Le digo esto porque supongo (Le repito que no sé, pues) que a veces nuestros demonios buscan demonios parecidos para sentir que alguien nos entiende. O tal vez nuestros ángeles buscan otros ángeles para sanarnos. No sé si Jude y yo nos encontramos para hundirnos juntos en el hecho de que fuimos despreciado por nuestros padres (y mi tío) o para sanarnos el uno al otro. El muy imbécil se fue antes de que yo pudiera descubrirlo.
 Tal vez se pregunte por qué estoy tan enojada con Jude. Y esto es lo que voy a decirle: No hay peor cosa en este mundo que ser abandonada. Que ser dejada atrás. Y no porque haya tenido que hacerlo, sino porque esa persona se despierta un día y decide que ya no quiere estar contigo nunca más. Porque puede elegir, y no escoge a ti.
   Nunca te escoge a ti.




                                                                      




Voy a ese lugar al que alguna vez llamé hogar. Es una casa pequeña con dos habitaciones y un baño, con paredes de madera y un jardín enorme que me daba flojera cuidar cuando todavía vivía aquí, con mi tío. El hombre tiene maneras sencillas, pero yo nunca me quejé.
 
 Cuando vuelva a casa de la señora Perkins a contarle por qué he venido aquí, después de que el hombre me echara cuando estaba en mi último año de escuela, le diré que es porque soy una estúpida. Incluso cuando me despreció por mi amigo gay y por eso de no ser una creyente, el hombre está en sus sesentas y me preocupo de que se caiga de una escalera o así, entonces cuando estoy aquí me aseguro de que aún esté vivo.
  Porque soy así de estúpida.
No debería regresar. No debería de verlo cuando él puso en claro que no quería saber nada más de mí.
  Toco la puerta y meto las manos en mis bolsillos. Un minuto después, él abre la puerta y hace lo que siempre hace cuando vengo: Me mira fijamente. Luego me deja pasar, sin decir una sola palabra por un tiempo. ¿Y yo? Yo hago lo que siempre hago cuando estoy aquí: Ordeno la casa. Limpio la cocina, quito el polvo, me aseguro que ya haya desayunado, y le hago comida para después.
  Y no intercambiamos ni una sola palabra.
Cuando estoy recogiendo mi bolsa, mi saco y mi bufanda, una hora después, él habla.
--Has crecido mucho.
Miro su cara arrugada y pienso ver… ¿Tristeza? No estoy segura.
--Ha pasado mucho tiempoLe respondo.
Asiente y pasa las manos por su escaso cabello blanco.
--Supongo que te está yendo bien.
Asiento.
--Mucha tarea, y estoy cansada la mayoría del tiempo, pero estoy bien.
--Gracias, Mackenzie, por venir.
Asiento, abotonando mi saco.
--Yo…--ContinúaNo me gusta pensar que eduqué a una no creyente. Pero eres una buena niña, Mackenzie. Tal vez Dios pueda perdonarte y así podrás ver el camino correcto de nuevo.
Enrollo mi bufanda en mi cuello.
Viví mi vida entera creyendo en Dios, y supongo que aún lo hago. Sin embargo, me molesta el hecho de él decide mi destino. Me gusta pensar que tengo esa cosa llamada libre albedrío. Me gusta pensar que nadie excepto yo tengo el poder para hacer que las cosas pasen. Eso de que alguien decida por ti es una mierda. Pero eso es lo la última razón de por qué no soy una creyente.
  Su religión tiene fallas. Tiene grietas en la armadura.
Y yo nunca pude vivir con ellas.
Yo no puedo vivir con ellas.
Así que, si Dios realmente existe, voy a ir al infierno por no creer.  Pero es algo con lo que he decidido vivir.
--No soy una creyenteLe digo, tal vez más para molestarlo que para aclarar un puntoEso no significa nada para mí. Igual como no significó nada para ti arruinarle la vida a Jude. ¿Recuerdas a Jude? ¿El chico que botaste cuando estaba confundido y solo?
--¡Era un hijo de Satanás!
--¡Era mi amigo!
Era un ser humano.
Tomo mi bolso rápido porque sé que no voy a ganar esta pelea. Nosotros podemos discutir por horas y horas y nunca ganar ninguno de los dos.
Ésta es la razón por la cual no debería visitarlo. Por su ignorancia. Por su falta de humanidad.
  No debió decirle al padre de Jude que era gay. Debió dejar que Jude lo hiciera.
Porque tú no tienes el derecho a decidir exponer a alguien. Deben de hacerlos ellos mismos.
  Miro el cielo, pensando en las posibilidades que hubiera tenido Jude si mi tío no se hubiera metido en el camino.
   Pero una vez más, recuerdo porqué odio a Jude tanto: Fue su decisión. Marcharse fue su decisión, no de mi tío, ni de su padre, ni del resto de los compañeros en los pasillos que le lanzaban miradas después de que se supiera, como si fuera  la vez que realmente lo veían.
  No puedes culpar a alguien más de las decisiones que otra persona hace, a pesar de que fueron quienes empujaron tanto para que pasara.



--Sthep Stronger.
  A un día de hacer el Ceneval, con una posible infección de garganta y dormida, pero aún así les traigo un capítulo :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario