lunes, 23 de junio de 2014

Taken. Capítulo 17. Final.

                                              Untitled


Final.


--¿Por qué aún no termina?
Lauren pone un mechón de pelo detrás de mi oreja, mirándome. Maggie deja su café sin tomar sobre el mostrador, y Marcus pasa una mano por su cabello, eternamente cansado.
--Estamos haciendo todo lo que podemos, cieloResponde LaurenPero tienes que saber algo: Es posible que no podamos encerrarlo.
--Si lo hacen, ¿Qué va a pasar con Aisslin y sus hermanos?
--Se van a quedar con su madre adoptivaResponde Marcus, estirándose para envolverme en sus brazosTe prometo que a tu amiga no le pasará nada.
  Besa la parte superior de mi cabeza y asiento.




                                                                      
 

                                 



Han pasado tres meses desde mi accidente, desde que hablé con Aisslin en esa cafetería y desde que intentan atrapar a su padre. Huyó del país. Y eso devastó más a Aisslin. Aún hablamos, pero no es lo mismo y no es tan frecuente. Son pequeñas conversaciones tensas cada tres días o así.
   Realmente ninguna de las dos quiere hacer esto ahora. Pero sabemos que la culpa no cae en nosotras. Intentamos hacerlo mejor.
   Ahora, en frente de mi espejo de cuerpo entero, saco mi camiseta y pantalón y los cambio por unos shorts pequeños y una ligera blusa de tirantes, preparada para ir a dormir. Lauren, Marcus y Maggie fueron a cenar esta noche. Me preguntaron si quería ir porque tienen miedo de dejarme sola, pero quiero tiempo para mí sin ellos (Aunque los quiero) y quiero que ellos tengan tiempo sin mí. Nina está en la fiesta de cumpleaños de su nuevo novio, a la cual también  me invitó y no quise ir. Todos excepto Ally están encima de mí. Y ésta cree que yo no la vi salir por la ventana para ir a alguna parte con sus amigas cuando le dijeron que se quedara conmigo.
   Tengo tiempo para mí misma por un tiempo, y eso me da un respiro, lo suficiente como para quitarme las ropas sofocantes y ponerme algo ligero sin miedo.
    No hay nadie más para ver mis cicatrices, excepto yo.
Miro mis hombros, brazos y espalda en el espejo. Siguen siendo igual de horribles, pero ahora tengo más para agregar a la colección. Por alguna razón donde mis moretones estaban, no se desvanecieron por completo; Dejaron unas manchas de un tono más oscuro que mi tono natural.     
    No voy a ser ninguna reina de belleza en ningún futuro próximo.
Pero me doy cuenta de que estoy bien con ello. Solía avergonzarme de mis cicatrices y por eso no quería mostrarlas. Ahora es diferentes: No las quiero mostrar por estética, pero no estoy avergonzada para nada. Fue algo horrible que me pasó, pero estoy viva.
  Sobreviví.
Yo gané.
   Escucho movimiento en mis espaldas y veo a Dan parado en el umbral de la puerta, vestido con un sweater, ahora que Navidad vino y se fue. Mañana en la noche será año nuevo.
--Tengo llave, ¿Recuerdas?Dice, pero suena distraído, porque sus ojos recorren mi cuerpo hecho trizas, desde mi cuello a mis piernas no tan intactas nunca más.
   Es la primera vez que de hecho me pregunto si le importa.
Y tengo que admitir que me asusta la respuesta.
Lo miro mientras él mira mi cuerpo, en completo silencio. Y espero.
Después de unos minutos, muchas emociones pasan por su rostro: Desde asombro, dolor y rabia. Finalmente me mira en los ojos, y avanza hacia mí lentamente.
  Dejo de preocuparme cuando presiona mi cuerpo contra el espejo y me besa, envolviéndome en sus brazos, lo cual es bastante fácil, porque yo soy enana y él es gigante.  Sonríe en mi boca y hago lo mismo, porque de repente hay un nudo en mi pecho que se deshace y hace todo cálido por dentro.
  Salto cuando siento sus dedos debajo del dobladillo de mis pequeños shorts, y luego debajo de mi blusa.
--Me gusta esta pequeña blusaMurmuraPero me gustaría más fuera.
Me sonrojo con intensidad. Levanta mi blusa y la saca por mi cabeza para luego aventarla a algún rincón de la habitación. Se separa un poco de mí para observarme en sujetador, y estoy segura de que a estas alturas parezco un tomate.
  Luego hace algo que no esperaba: Levanta la mano y con sus dedos traza mis feas cicatrices.
--Lo sientoDiceSiento lo que te hicieron. Esos hijos de puta de mierda. A veces siento… Me siento… Como si podría matar a alguien.
  No quiero que lo sienta por mí, pero las palabras no salen de mis labios así que levanto una mano y la pongo sobre su mejilla cálida y acaricio.
  Me mira a los ojos.
--Nunca te dije esto, pero creo que te amo. Como realmente amar.
Recargo mi cabeza en el vidrio mientras lo miro a los ojos, y siento que es la primera vez que lo veo. Las palabras rebotan en mi cabeza como un eco sin fin.
 Él me deslumbra.
--¿Tú me amas?Susurro.
--Sí.
Una sonrisa empieza a extenderse sobre mi rostro, y no puedo detenerla. Él sonrío también, pero me doy cuenta de que de pronto está nervioso.  Tardo un momento en contestar, sólo por el placer de verlo sudar.
--Yo también creo que te amo. Como realmente amar.
  Deja el aire salir de sus pulmones de golpe y sonríe mientras sacude la cabeza.
--Tú solo disfrutas verme sufrir, ¿Verdad?
--¡Has descubierto todos mis secretos!Exclamo.
Sonríe antes de besarme de nuevo. Sus manos van de mi estómago hasta mis muslos y entonces me levanta. Envuelvo mis piernas alrededor de su cintura y él me lleva hasta mi cama. Delicadamente me acuesta sobre mi espalda, y se acomoda sobre mí. Estiro mi mano y toco su cabello.
--Mis padres llegarán en cualquier momento.
Resopla y se deja caer contra mí, recargándose en sus codos, a cada lado de mi cabeza.
--Eso apesta. Iba a ser divertido.
Río, y él pone su peso completamente contra mí. Pone su cabeza sobre mi pecho, de modo que su oreja está sobre mi corazón, y me abraza como un niño abraza a su peluche.
  Nos quedamos en silencio por unos momentos.
--¿Enserio te vas a dormir?Finalmente le pregunto.
--Si tienes una mejor idea…--Dice.
--Estaba pensando en besarnos hasta que ellos vuelvan.
Se levanta de mí inmediatamente y se pone en la posición que estaba antes de que le rompiera la burbuja.
--Bueno, eso suena mejorDice mientras se inclina a besar mi cuello.
Reímos juntos, y cierro los ojos momentáneamente. Cuando vuelvo a abrirlos, me está mirando. Pero no es esa mirada caliente con la que siempre lo atrapo. Es diferente. Está llena de amor y ternura.
  Mi respiración se atasca.
Le sostengo la mirada intensamente, la risa muriendo en mi garganta. Entonces tomo los bordes de su camiseta y jalo hacia arriba.
 Observo la vitrina que reemplacé por la ventana. La vitrina es en su mayoría de vidrio transparente, pero en el medio hay una flor en muchos pedazos de vidrios irregulares de colores fuertes. La luz del crepúsculo, en tonos amarillos y naranjas profundos, atraviesa la ventana y se corta en aquellas piezas irregulares. La luz nos baña, finalmente, en sus colores naranjas y otros rosas y verdes, mientras el resto de nuestra ropa desaparece.




                                                                                
 



Cuando bajo las escaleras, Maggie está decorando la casa con cosas Navideñas, otra vez. Dice que aunque ya ha pasado, es válido tenerlas alrededor hasta al menos febrero. He aprendido que es su festividad favorita. En la noche de navidad, me abrazó muy fuerte y empezó a llorar porque era su primera navidad conmigo después de mucho tiempo. De hecho todos se volvieron un poco emocionales.
   Maggie alza la mirada y sus ojos resplandecen cuando me ven. Abre los brazos y voy a ellos.
--¿Cómo amaneciste?
Sonríe.
--Bien.
  Muy bien, de hecho.
Sonrío ante el recuerdo y lo disimulo apartando mi rostro. Dan se fue cuando Marcus me mandó un mensaje preguntándome si quería que pidiera algo para mí del restaurante. La interpretamos como nuestra señal de que nuestra noche había acabado, pero me envió un mensaje cuando llegó a casa. Estará aquí hoy, por supuesto. Porque él pasa la mitad del tiempo aquí. Creo que su madre vendrá ésta vez consigo.
  Cuando le pregunté anoche por qué pasaba las fiestas con nosotros y no con su madre, o por qué nunca llegaba a verla con él, me contestó que ella viaja por negocios y tiene la casa para él el ochenta por ciento del tiempo. No le gusta estar solo. Y a mí no me gusta que esté solo.
--¿De qué sonríes?Pregunta Nina, pasando por mi lado directamente al refrigerador.
  Sacudo la cabeza.
--De nada.
Levanta una ceja y me sonrojo. Niego con la cabeza hacia ella, pidiéndole que lo deje. Entonces una chispa de algo cruza sus ojos.
  Conocimiento.
--¡Ugh!ExclamaDios, no. Ugh, ugh, ugh. No quiero saber.
Le pateo el pie, porque Maggie está parada justo ahí. Pero no es su voz la que escucho.
--¿No quieres saber qué?Pregunta Marcus, caminando hacia nosotras. Besa nuestras cabezas y luego va a abrazar a Maggie.
--NadaMiente Nina.
--¿Dónde está su hermana?Pregunta él.
Uff. Salvada.
--La oí roncar desde la habitación de huéspedesResponde Lauren, caminando hacia la isla en la cocina perfectamente arreglada, como siempre.
   Lauren ha estado alternando su tiempo entre estar aquí y allá, y más con las celebraciones. Maggie y Marcus insistieron en que se quedara en la casa en vez de buscar un hotel, y eso me hace feliz, porque la extraño como loca cuando no está aquí.
--Esa niñaMurmura MaggieJuro que podría pasar su vida entera durmiendo.
  Me ahorro el comentario de decirles que es porque no llegó a casa hasta como las dos de la mañana, porque sé que se meterá en problemas.
--Y comiendo. Comiendo también. Ha engordado como cinco kilosEscucho a Dan decir.
  Miro sobre mi hombro y lo veo cruzar la cocina, con su sonrisa coqueta torcida.
--Eres un abusivoDice Nina.
Dan le sonríe, pero aun así camina hacia mí y me sostiene en sus brazos. Porque el chico no tiene ningún problema con el afecto público. Besa mi sien antes de acercarse a mi boca, pero Marcus lo detiene:
--No presiones, hijo. No presiones.
Dan sonríe hacia él  y yo simplemente volteo mi rostro, porque está completamente rojo.
    Va a tomar mucho de mí; Acostumbrarme a ver a Dan no sólo como uno de mis mejores amigos, sino como mi novio también. Va a ser difícil los besos y el contacto frecuente cuando he pasado tanto tiempo distante.
     Es como emocionante.
--EwEscucho decir. Es Ally, parada en las escaleras con el pelo desordenado y sus ojos medio abiertosSi empiezan a ser de esas personas que siempre están con el MAP, los mato.
--¿Qué es MAP?Pregunta Lauren, tomando una de las tazas de la encimera y dirigiéndose hacia la cafetera.
--¡Muestra de afecto público!
Dan le saca la lengua a Ally y ella se lo regresa.
--Pensé que tu mamá iba a venirLe digo a Dan, cuando todos dejan de prestar atención.
--No hasta esta noche. Su avión aún no llega. Pero te tengo una sorpresa.
Levanto las cejas.
--¿Por qué es eso?
--Sé que sin eso tu año nuevo no estaría completo.
Sonrío.
--Bueno, ¿Qué es?
Me da esa sonrisa que tiene cuando piensa que ha sido muy inteligente. Este presumido.
--Espera.
Espero. Después de unos momentos, levanto las cejas hacia él.
--¿Qué?
--Te prometo que no tarda.
   Entonces la puerta de entrada se abre bruscamente. Miro a Dan y sigue con su infinita sonrisa, así que supongo que tiene algo que ver. Doy unos pasos hasta ver la puerta, y lo primero que veo son maletas en el suelo.
--¡No puedo creer que no me hayas ayudado porque estabas desesperado por hacer manitas con tu novia!
  Jay pasa por algunas maletas en el suelo y cierra la puerta tras él. Para cuando me mira, es demasiado tarde porque yo ya corro hacia él y lo tacleo. Caemos sobre el sofá y río prácticamente en su cara.
--¡Por Dios mujer! ¡Ya te he dicho que soy gay, caray!Dice y luego ríe.
Nos abrazamos, y por una falta de balance, caemos al suelo, él sobre mí.
--¡Quítate, pesas mucho!
--¿Disculpa? Esto es puro músculo, nena. Además, tú eres la que me hizo caer, para tu información.
--¡Es pura grasa, gordito! ¡Ahora quítate!
--¿Me estás diciendo gordo?Finge indignación, y  asiento. Entonces, ahí en el suelo empezamos a reír frenéticamente. Rueda a mi lado y cada vez que volteo a mirarlo, me da más risa.
--Me estoy sintiendo celosoEscucho a Dan decir. Tiene los brazos cruzados, pero está riendo con nosotros.
--¡Me siento tan feliz que estés aquí!Le digo  a Jay, poniendo mis brazos alrededor de su cuello, y él me abraza de vuelta.
--Yo solamente quería pasarme por aquí para dejar en claro que fue mi ideaEscucho a Lauren decirEs bueno verte de nuevo, Jay.
--¡Fue mi idea también!Salta Maggie.
--Gracias, señora F y C.
Ruedo los ojos y le saco la lengua. Nina entra en la habitación, con cara seria. Me mira fijamente.
--¿Qué?Le pregunto.
Pasa unos segundos antes de que me lo dice.
--Aisslin está afuera.
Todos en la habitación se me quedan viendo, y siento cómo Jay se tensa. El aire en la habitación de repente es demasiado pesado como respirarlo. Jay me deja ir y yo me levanto del suelo para ir a la puerta.
  Aisslin, ella está en a unos pasos de distancia de la puerta delantera, como si estuviera preparada para correr. Se ve tan bonita, como ella es, con ese pelo largo y los ojos bonitos, pero hay algo mal. Últimamente todo va  mal entre nosotras.
  Jala su chaqueta para resguardarse del frío cuando me ve.
--Hey. ¿Quieres pasar?Le preguntoHace un frío que pela aquí afuera. Ni siquiera traes bufanda.
--Lo sientoDice, y miro la nube blanca que sale de su boca y viaja al cielo, causada por el fríoPero no puedo.
--¿A qué te refieres a que no puedes? Aisslin, te vas a congelar aquí afuera, podemos entrar…

--NoMe interrumpeNo, no entiendes, Liv. No puedo. Ya no puedo hacer esto. Pensé que sí, nos hice creer eso, pero lo siento. No puedo.
  Las palabras agregan más frío aún. Me congelan en mi lugar y mi corazón tartamudea.
--Aisslin… ¿Por qué?
--Lo siento, Liv, pero cada vez que te miro a los ojos... me mata.
  Las lágrimas se deslizan de sus mejillas. Me doy cuenta de que luce más delgada y tiene ojeras en sus ojos.
--Supongo que no había una oportunidad para nosotras, ¿Verdad? Tal vez algún díaLe digo, intentando aferrarme a algo de esperanza.
--Tal vez algún díaCoincide.
   Siempre he notado este arte en las palabras; Como un conjunto de ellas puede significar todo y al mismo tiempo nada. Cómo las mentiras se pueden esconder detrás y nunca las notamos a menos que sepamos mejor.
  Y ambas sabemos mejor.
Sabemos que no hay ningún tal vez para nosotras. O al menos no en ningún futuro próximo. Las heridas tendrán que sanar, y para ello falta mucho, y ninguna de las dos puede esperar tanto tiempo.
--Te quiero, Aisslin. Gracias por tu amistad.
--Yo también. Gracias por entender.
  Ella se da la vuelta y regresa a su carro trotando. Se queda un momento aferrándose al volante pero se recupera pronto. Arranca y veo cómo el auto desaparece de mi vista.
   Y me doy cuenta de que se ha terminado. Por siempre. Pero también me doy cuenta de algo, de algo muy importante: Que no cambia nada.
  Aisslin me dijo alguna vez que no puedes forzarte a amar o dejar de amar a nadie. Y tiene razón. Porque a pesar de que en este mismo momento nos hemos roto, no significa que nuestra amistad no fue real. Ella fue mi amiga cuando lo necesitaba, y por eso voy a estar eternamente agradecida, y sé que todos los días la voy a recordar como alguien a quien quise, no como la chica que se marchó un día de víspera de año nuevo.
  Me doy cuenta de que no tiene que durar por siempre para que sea real.
  Sé que es una mierda, que no debería de ser así, pero lo es. Las cosas realmente son así en la vida real. Y eso me da paz mental. Esto me va dejar dormir por las noches y despertar al día siguiente sabiendo que amé como debí y dejé ir cuando tenía que hacerlo.
--¿Livie?Marcus se acerca a mí y pone una mano en mi espalda--¿Está todo bien?
Me volteo a verlo y veo la preocupación destellar en sus ojos. Me pongo de puntillas y beso su mejilla para liberar la tensión. Funciona, porque sonríe.
--Sí. Todo va bien.
--¿Estás segura? ¿Están ustedes dos… peleadas?
--No, no lo estamos. Estamos bien. Sólo tomamos caminos diferentes.
Creo que me va a decir algo pero se frena cuando ve mi expresión de calma.
--BienDiceHay que entrar, aquí hace mucho frío. Tu madre quiere hornear un pay de frutillas para esta noche y necesita ayuda.
--¿Uno? ¡Me lo como sola! Es mejor hacer como unos cuarenta.
Levanta una ceja.
--Oh, Dan y Ally.  Cierto.
--No, la verdad es que sólo estaba pensando en Jay.
--¡Te escuché!Lo oigo decir desde el sofá--¡Y ya te dije que esto es puro músculo! ¡No estoy gordo!
--¡Claro que lo estás!
--¡Lauren, dile algo!
Entro y veo a Lauren recargada en una pared.
--Bueno, es cierto que esa camisa solía quedarte más floja, Jay White.
--¡Son abdominales!Exclama, y yo me dejo caer sobre él mientras nos reímos.




                                                                       




El conteo da marcha atrás hasta que queda en cero, y todos echan los brazos al aire y gritan de alegría. Mis padres (los biológicos) se ponen emocionales, pero mi otra madre está tan feliz que incluso me da una copa con un poco de un suave vino frutal con una rodaja de durazno en el fondo. Me da un beso en la cabeza y me dice que está orgullosa de mí. La madre de Dan me sonríe y me da un abrazo. Mis hermanas, mi novio y mi mejor amigo (casi mi hermano) vienen juntos a mí y me aplastan con su abrazo grupal, algo que juran que no van a volver a hacer porque es muy cursi, pero yo sé mejor. Después de eso Maggie nos dice que nos sentémonos, porque la cena va a comenzar, y el aire huele asombroso.
    Nada después de esta noche va a ser lo mismo nunca más, me doy cuenta; Es un nuevo año, uno sin Aisslin, y cuando la escuela haya terminado, mis dos hermanas mayores y mi novio irán a la universidad. Lauren tendrá que volver a casa eventualmente y también Jay. Yo empezaré mi último año de escuela y después de eso me habré ido como el resto, a una nueva ciudad, con nuevas personas.
    Y sin embargo, esta vez no tengo miedo. Solía ser esa niña insegura que tenía miedo al cambio, pero no soy esa persona nunca más, y me siento malditamente orgullosa de la persona en que me he convertido. Alguien que alguna vez tuvo muchas paredes pero todas ellas se han podido derribar.
  Hoy brillo, y ellos brillan conmigo. En este momento, mirándolos charlar entre ellos, no tengo que mirar las estrellas para saber cuan afortunada soy de tener lo que tengo, de haber tenido la oportunidad de convertirme en quien hoy soy. Me basta mirarlos. Me basta mirarlos para tener la certeza de que gracias a ellos nunca voy a ser de nuevo la niña que fue tomada.




-Sthep Stronger.
Hoy fue mi último día de escuela. No me había dado cuenta qué tan triste me sentía hasta que venía de vuelta a casa y me puse escuchar canciones tristes de Taylor Swift. Jodida Taylor.
Ps: Nuestra camiseta (de Lizzie y yo) de generación es de Bajo La Misma Estrella :D

2 comentarios:

  1. Por que termina??? T.T

    PD:Amo a Jay, en serio, lo AMO xdd

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    Respuestas
    1. Supongo que tenía que acabar en algún momento, y pensé que este estaba bien.
      Yo también lo amo. Voy a extrañarlo (A menos que lo incorpore a otra historia... :D)
      Muchas gracias, y besos!

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